El grupo de desobediencia civil Extinction Rebellion (XR) reivindicó el jueves haber puesto fuera de servicio miles de monopatines eléctricos en París y otras ciudades francesas al considerarlos una “catástrofe ecológica” y “rompehuelgas”.

La acción del grupo ecologista coincidió con la jornada de huelga general en Francia contra la reforma del sistema de pensiones que paralizó fuertemente el transporte público, especialmente en la capital.

XR, nacido en Reino Unido y promotor de la desobediencia civil para forzar a los gobiernos a luchar contra el cambio climático, criticó los monopatines eléctricos por “romper la huelga”, al ofrecer una alternativa al transporte público.

En total, 3.600 monopatines de libre servicio fueron saboteados, la mayoría en París y Lyon (centro-este), tapando el código de barras necesario para desbloquearlos.

XR denunció que contrariamente a su “imagen de moda sostenible”, los monopatines eléctricos son una “catástrofe ecológica” y esgrimió sus motivos: su producción “energívora”, su corta duración de vida, el coste energético de su transporte, lo poco que se reciclan sus baterías de litio y el hecho de que, según asegura el grupo, se empleen más para reemplazar los desplazamientos a pie que en auto.

Los operadores Lime, Dott y Bird deploraron esta acción y el primero la calificó de “vandalismo”.

Bird rechazó además las críticas de XR.

“Miles de personas utilizaron nuestro servicio esta mañana para ir al trabajo en vez de conducir, lo que constituye una enorme ventaja para el medio ambiente”, indicó la empresa en un correo electrónico enviado a la AFP.

De su lado, XR prometió nuevas acciones para acabar con estos “juguetes de los capitalistas verdes” en las ciudades, que deben ser más “sociables, menos rápidas, con relaciones humanas más serenas”.

El monopatín eléctrico en libre servicio se desarrolló a gran velocidad en el último año en grandes ciudades occidentales