El presidente regional catalán Quim Torra propuso este jueves una nueva votación sobre la independencia en esta región española durante su mandato como respuesta a la condena contra sus antiguos dirigentes por el intento de secesión de 2017.

“Si por poner las urnas para la autodeterminación nos condenan a cien años de cárcel (sumando las penas contra los nueve políticos penados, ndlr), la respuesta es clara: deberán volverse a poner urnas para la autodeterminación”, afirmó ante el Parlamento regional.

“Defenderé que en esta legislatura (que expira a principios de 2022, ndlr) se acabe volviendo a ejercer el derecho de autodeterminación”, insistió.

“Todos sabemos las dificultades que nos imponen la represión y el miedo. Pero debemos seguir adelante y no dejarnos intimidar por amenazas y prohibiciones”, añadió.

En el mismo hemiciclo, su predecesor Carles Puigdemont había anunciado su intención de impulsar el referéndum prohibido del 1 de octubre de 2017 que derivó en una infructuosa declaración de independencia.

Ese fallido intento de secesión llevó a las condenas de entre 9 y 13 años de cárcel para nueve dirigentes separatistas desveladas este lunes por el Tribunal Supremo, generando tres días de fuertes protestas con violencia en esta región del noreste de España.

Hasta el miércoles a medianoche, con numerosos coches ardiendo en Barcelona y manifestantes lanzando cócteles molotov a la policía, Torra no condenó los hechos.

En su comparecencia parlamentaria, Torra reiteró su condena y pidió “aislar y apartar” a los “provocadores y agitadores” en las protestas separatistas, pero también pidió investigar la actuación de la policía dependiente de su propio gobierno por supuestos excesos en su actuación.

“Torra hace una condena a rastras, sin convicción alguna, obviando la extraordinaria labor que están haciendo los cuerpos de seguridad”, dijo la número dos del gobierno español Carmen Calvo.

Los disturbios producidos desde el lunes resultaron en 184 agentes heridos, según el ministerio del Interior.