El presidente francés Emmanuel Macron llamó este lunes al oficialismo a mostrarse firme sobre su política migratoria, en particular sobre el derecho de asilo.

A dos semanas de un debate parlamentario sobre inmigración, el mandatario aseguró que “los flujos [migratorios] jamás han sido tan bajos en Europa y los pedidos de asilo nunca han sido tan elevados”. “Al pretender ser humanista a veces se es demasiado laxista”, argumentó ante unos 200 diputados y senadores del partido oficialista LREM (La República en Marcha) y sus aliados, reunidos a puertas cerradas.

Preocupado por la crisis de los “chalecos amarillos”, Macron dice temer que el electorado popular se vuelque a la extrema derecha al no encontrar un oído atento por parte del oficialismo en temas como el migratorio.

“La cuestión es si queremos o no ser un partido burgués. La burguesía no tiene ningún problema con eso: no se la cruza. La clase obrera vive con ella. La izquierda no quiso mirar este problema durante décadas. Por lo tanto, las clases trabajadoras han emigrado a la extrema derecha. Somos como los tres monitos: no queremos mirar”, afirmó.

“No tenemos derecho a no enfrentarnos a este tema (de la inmigración)”, dijo. “Creo en nuestro derecho de asilo, pero es desviado de su propósito por las redes [de tráfico de personas], por la gente que manipula. Si no lo miramos a la cara, lo sufriremos. ¿Cómo funciona el sistema? Barrios donde el número de menores no acompañados está explotando”, advirtió, diciendo que quería ser “más eficiente y más humano”.

Reunidos en los jardines del Ministerio de Relaciones con el Parlamento, los parlamentarios escucharon al presidente instándoles a evitar la “arrogancia” –algo que se le ha reprochado al estilo de Macron- pero también la “cautela que conduce a la inmovilidad”. “Varias categorías de la población siguen nerviosas”, recalcó el jefe de Estado.

La derecha y la extrema derecha francesa reaccionaron este martes a las declaraciones de Macron, que se encuentra a medio mandato, acusándolo de oportunismo electoral.

“Emmanuel Macron claramente se implica en la campaña presidencial”, sostuvo Marine Le Pen. La dirigente del ultraderechista Agrupación Nacional (Ex Frente Nacional) indicó que las palabras del presidente formaban parte de un discurso “electoralista” de alguien que “no ha visto nada ni ha escuchado nada” desde su elección.