La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, anunció el martes que se apartará del cargo durante un tiempo, tras ser nominada para conducir el Banco Central Europeo (BCE).

Los líderes de la Unión Europea (UE) anunciaron un acuerdo para llenar los principales cargos en el bloque político y económico, incluida la designación de Lagarde como sucesora del jefe del BCE, Mario Draghi, cuyo mandato de ocho años finaliza en noviembre.

“Me honra haber sido nominada a la presidencia del Banco Central Europeo
“, dijo Lagarde en un comunicado.

“A la luz de eso y en consulta con el Comité de Etica de la Junta Directiva del FMI, he decidido apartarme temporalmente de mis responsabilidades como Directora Gerente del FMI durante el período de nominación”, añadió.

Lagarde se apartará de su cargo dos años antes del final de su segundo mandato de cinco años al frente del FMI, lo que derivará en la búsqueda de un reemplazo.

Se espera que la junta ejecutiva del Fondo se reúna el martes para discutir los próximos pasos, incluido un liderazgo interino. El economista estadounidense David Lipton se desempeña como subjefe del FMI y sería una opción lógica para liderar la institución en el interín.

Por tradición, como las instituciones se crearon después de la Segunda Guerra Mundial, al frente del FMI siempre ha estado un europeo y en el liderazgo del Banco Mundial, un estadounidense.

La nominación ha generado elogios para Lagarde por su papel de líder de la institución tras la crisis financiera mundial.

“Ha sido una tremenda embajadora del fondo, una gran vendedora, una muy buena comunicadora”, dijo Mark Sobel, un exfuncionario del Tesoro estadounidense y presidente del Foro de Instituciones Monetarias y Financieras Oficiales.

Sobel dijo a la AFP que Lagarde tiene experiencia en política monetaria incluso aunque nunca dirigió un banco central y, como el presidente de la Reserva Federal estadounidense, Jerome Powell, no es economista.

“Ella ha estado involucrada en todo el debate monetario”, agregó.

Su segundo mandato en el cargo coincidió con el ascenso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y una ola de confrontaciones entre las principales economías sobre el comercio, que la exministra de Finanzas francesa describió como la principal amenaza para la economía mundial.

Lagarde ha reconocido también las tensiones causadas por la globalización, que ha afectado a las industrias y ha marginado a algunos trabajadores.