Con cascos blancos en vez de solideos. Así llegaron monaguillos y el arzobispo de París a oficiar la misa del 16 de junio en la capital francesa, tras el devastador incendio que consumió gran parte de la catedral de Notre-Dame.

La reconstrucción del emblemático monumento se encuentra en un futuro incierto, pues los planos y plazos no convencen a la Asamblea Nacional, que este jueves volverá a debatir.

Los focos de la construcción iluminan los altares y en un pequeño marco, el arzobispo Michel Aupetit celebró la primera misa después de las llamas que destruyeron el techo y la aguja el pasado 15 de abril.

Una misa a la que no asistió ningún fiel, por razones de seguridad.

Karine Perret | Pool | Agence France-Presse
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Ello pese al constante peligro de colapso que estiman los expertos y la coordinadora de la ayuda alemana para la reconstrucción de Notre Dame, Barbara Schock-Werner, quien asegura que hay muchas vigas carbonizadas y piedras en la nave central.

La sillería del coro está amenazada por el moho y el órgano, como todo el interior, sigue cubierto de hollín.

La limpieza ha estado opacada por la gran cantidad de plomo fundido sobre el techo. Debido al peligro de envenenamiento por plomo, Schock-Werner informó que se está intentando salvar los escombros de la catedral con pequeñas excavadoras teledirigidas, mientras que a los trabajadores sólo se les permite permanecer durante poco tiempo.

Así, una vez que todo esté limpio y seguro, comenzará la reconstrucción.

Por su parte, el presidente Emmanuel Macron prometió a los franceses cinco años para volver a levantar la catedral. Un ambicioso plan que desde abril está a cargo del general militar Jean-Louis-Georgelin.

En ese sentido, el arquitecto jefe de la reconstrucción, Philippe Villeneuve, se distanció de dichas promesas.

Philippe Lopez | Pool | Agence France-Presse
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Propuestas innovadoras

Algunos piensan en una piscina, y otros en un invernadero para cultivar 21 toneladas de frutas y verduras anualmente.

Según una encuesta publicada por YouGov, el 54% de los franceses estaban a favor de una reconstrucción. Por su parte, Villeneuve se mostró cansado de todas las “enormes tonterías” que escucha sobre la reconstrucción.

Agence France-Presse
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En entrevista con Le Figaro, se remitió a las exigencias de la Carta de Venecia para la Conservación de los Monumentos Históricos de 1964, que Francia debe cumplir. Según Villeneuve, “la aguja central debe ser reconstruida de forma idéntica”.

Sin embargo, el debate por las ideas atrevidas y el respeto por el diseño original sigue sin resolverse. Y sólo ha sido abonado el 9% de los 850 millones de euros prometidos para su restauración.

Studio NAB
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Reloj milagroso

Por otra parte, un reloj prácticamente idéntico al destruido de Notre Dame fue hallado en una iglesia cercana, lo que despertó la esperanza de reconstruir la obra maestra devorada por el fuego.

La pieza, que no se ha usado en 50 años, fue encontrada algo maltratada bajo las campanas de la Iglesia de la Santísima Trinidad, entre un montón de estatuas olvidadas en el corazón de París.

El relojero Jean-Baptiste Viot casi no lo podía creer. “¡Es increíble! ¡Es la misma!”, exclamó, asegurando que es del mismo año que el derretido reloj y del mismo taller. “Es casi un milagro”, considerando que habían desaparecido los planos del de Notre Dame.

Pese a su parecido, Oivier Chandez, relojero de Notre Dame, descartó reemplazar la pieza, pues el original “era un poco más elaborado”.

“Una catedral sin reloj sería como un portaaviones sin aviones”, coincide Viot, preocupado porque no se considere este ítem en la reconstrucción.

El próximo mes, la obra retirará sus andamios de la flecha “en condiciones particularmente delicadas”, según anunció la Alcaldía de París.

Stephane de Sakutin | Agence France-Presse
Stephane de Sakutin | Agence France-Presse