La fiscalía federal alemana, competente en materia de terrorismo, indicó este lunes que el asesinato de un político local pro-inmigración estaba muy probablemente vinculado con la “extrema derecha”.

“En el estado actual de las investigaciones, partimos de la base que nos enfrentamos con un vínculo con la extrema derecha” para explicar la motivación del asesinato de Walter Lübcke que conmovió al país, declaró a la prensa el portavoz de la fiscalís.

Lübcke, presidente del consejo regional de Kassel (centro), miembro del partido de centro-derecha de la canciller Angela Merkel, fue asesinado el fin de semana. Poco después un hombre de 45 años fue arrestado sospechoso de estar involucrado en el crimen sobre la base de análisis de ADN.

La Fiscalía Federal de Karlsruhe, que se especializa en casos de terrorismo o de delincuencia organizada, se apoya para sostener esta hipótesis en el pasado del sospechoso, cercano al movimiento neonazi y ya condenado por hechos de violenta, entre ellos con un hogar para migrantes.

Los investigadores intentan precisar si hubo cómplices, pero por el momento “ningún elemento muestra que el sospechoso hay podido” actuar en el marco de un “grupúsculo de extra derecha” formado con ese objetivo.

Lübcke, de 65 años, fue encontrado muerto el 2 de junio en la terraza de su casa en Wolfhagen, un suburbio de Kassel. Le habían disparado a corta distancia y yacía en un charco de sangre, según la policía.

En octubre de 2015, tras la decisión de Angela Merkel de abrir las fronteras a varios cientos de miles de iraquíes y sirios, defendió los derechos de los refugiados, atrayéndose la ira de la extrema derecha.

“Debes defender los valores. Y cualquiera que no represente estos valores puede abandonar el país en cualquier momento si no está de acuerdo. Es la libertad de cada alemán”, dijo en una reunión pública.

ARCHIVO | AFP
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Sin precedentes desde los años 80

Antes de que la fiscalía lo vinculase a la extrema derecha, varios medios de comunicación alemanes ya habían señalado que el detenido prevenía de ese sector.

En 2009, fue detenido junto a otros 400 militantes neonazis por atacar el 1º de mayo en Dortmund a una manifestación de la Federación Alemana de Sindicatos (DBG), explicó el medio Der Spiegel en su página web. Fue condenado a 7 meses de cárcel.

El semanario afirma que tuvo otros encontronazos con la policía, por otros hechos de violencia y por posesión de armas.

Si se confirma la motivación política, sería el primer asesinato de esta naturaleza desde los atentados de la Facción del Ejército Rojo, desde los años 70. En 1981, este grupo de extrema izquierda asesinó a un ministro regional de Economía, miembro del partido liberal FDP.

También sería el primer homicidio en Alemania de un cargo electo motivado por ideas de ultraderecha desde la Segunda Guerra Mundial.

En el Reino Unido, una diputada laborista fue apuñalada mortalmente en 2016 por un simpatizante de ultraderecha.

Varios partidos solicitaron el lunes la convocatoria de una sesión especial del Parlamento para saber si la extrema derecha está relacionada con el asesinato.

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