a decisión del tribunal de Uppsala (este), que puede ser apelada, es un revés para la acusación, que esperaba obtener esa orden para transferir al australiano a Suecia antes de la prescripción de los hechos en agosto de 2020.

El tribunal juzgó infundadas “las sospechas contra Julian Assange y reconoce el riesgo de que intente eludir a la justicia”, pero como se encuentra encarcelado en el Reino Unido “se pueden llevar a cabo los procedimientos de investigación bajo el régimen de decisión de investigación europea”, un mecanismo de cooperación entre Estados miembros de la Unión Europea en las denuncias penales.

“En estas circunstancias, una orden de arresto y detención sería desproporcionada”, agregan los magistrados.

La fiscal encargada de la instrucción, Eva-Marie Persson, anunció a mediados de mayo la reapertura de la investigación por violación contra Assange, de 47 años, tras su detención en Londres el 11 de abril en la Embajada de Ecuador.

Una semana después, la fiscalía solicitó la detención en ausencia, un mecanismo del sistema legal sueco, “debido a las sospechas de violación”.

La demandante, que en el momento de los hechos estaba en la treintena, acusa al australiano de haber mantenido relaciones sexuales mientras ella dormía y sin preservativo, a pesar de que ella había rechazado toda relación sin protección en varias ocasiones.

Assange niega los hechos y mantiene que ella consintió las relaciones y aceptó no utilizar preservativo.

La fiscalía había cerrado la investigación en 2017 ante la imposibilidad de poder escuchar al acusado.

Assange era blanco también de otra investigación por agresión sexual en Estocolmo en aquella época, pero esta denuncia prescribió en 2015.