El Parlamento de Austria votó este lunes una moción de censura contra el canciller conservador Sebastian Kurz, removiéndolo de su cargo tras el escándalo de corrupción que hizo estallar a su coalición gubernamental.

Este voto sin precedentes en la historia de la República de Austria se obtuvo con los votos de los socialdemócratas y del partido nacionalista FPO, cuyo líder había sido obligado a renunciar a su puesto de número dos del gobierno por ese escándalo. Los resultados los anunció la vicepresidente del parlamento, Doris Bures.

El FPÖ no dejó de atacar en los últimos días a Sebastian Kurz, jefe de los conservadores del ÖVP, que los expulsó sin amagues del gobierno tras las revelaciones del caso “Ibizagate”.

Para el exlíder del FPÖ, Heinz-Christian Strache, que tuvo que dimitir de todos sus cargos desde la publicación del escándalo, exigir la salida del canciller es algo “comprensible y lógico”. “Ha desaparecido la confianza”, lanzó el secretario general de la formación, Harald Vilimsky.

“Nadie en el país podrá comprender la voluntad de derrocar al Gobierno”, declaró Kurz ante el Parlamento durante la sesión. Según algunos analistas, la popularidad del jefe de los conservadores podría incluso verse reforzada a raíz de este proceso.

La coalición ÖVP-FPÖ saltó en pedazos después de que el 17 de mayo se publicara un video -que en realidad era una trampa- grabado con cámara oculta en 2017 en la isla española de Ibiza, en la que Strache proponía la adjudicación de contratos públicos austriacos a cambio del apoyo financiero ruso.

Tras la caída del líder del FPÖ durante 14 años, que ocupaba el puesto de vicecanciller en la coalición gubernamental, Kurz destituyó al ministro de Interior, también de ultraderecha.