Cada partido eligió a uno o más candidatos que participarán en las próximas elecciones europeas. Sin embargo, sus posibilidades de convertirse en el nuevo presidente de la Comisión de la UE son muy disímiles.
Tras las elecciones, el Parlamento entrante y los jefes de Gobierno deberán elegir al nuevo presidente de la Comisión Europea. Estos último propondrán un candidato, teniendo en cuenta los resultados electorales, es decir, el candidato del partido con la mayor cantidad de votos tendrá mayor posibilidades de ser nombrado.
Manfred Weber
Manfred Weber, de 46 años, es un político alemán de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU). Desde 2014 preside el grupo del Partido Popular Europeo (PPE). Weber se presenta como conservador, cristiano, pero moderno e imparcial. En cuanto a las políticas migratorias, él se centra en proteger las fronteras europeas.
“La seguridad de las fronteras es una condición previa para establecer una política de asilo. El Estado decide quién entra a Europa y no los traficantes”, dijo durante un debate político. Por otro lado, Weber está en contra de establecer un impuesto a las emisiones de CO2, ya que esta medida perjudicaría en su opinión a los sectores más débiles de la sociedad.
Weber es un fuerte candidato, pero le hace falta carisma, experiencia gubernamental y popularidad. Si llegara a ser jefe de la Comisión, sería la primera vez en más de 50 años que un alemán asume este cargo.
Frans Timmermans
Frans Timmermans, candidato de los socialdemócratas y socialistas, es el vicepresidente primero de la actual Comisión Europea. El holandés de 58 años fue diputado del Parlamento de La Haya y posteriormente ministro de Asuntos Exteriores.
Timmermans ha sido un firme defensor de la protección del clima y está en contra de la contaminación con plásticos. “Necesitamos con urgencia un impuesto sobre el CO2”, dijo durante un debate político.
Timmermans también está a favor de un mayor control en las fronteras. Mientras Weber lamenta “la situación no controlada” del 2015, los socialdemócratas elogiaron la “humanidad” de las políticas de Angela Merkel.
“Ella salvó a Europa en ese momento”, dijo Timmermans. El político holandés lucha por una UE más social, quiere un salario mínimo europeo. También advierte que Europa podría ser “desbaratada” por los populistas de derecha.
La principal desventaja de Timmermans es su afiliación política. Es posible que su partido pierda votos luego de las elecciones y que se amplíe la brecha con el PPE, según encuestas.
Margrethe Vestager
Los liberales no tienen un solo candidato, sino siete. Sin embargo, Margrethe Vestager, de Dinamarca, es la principal. A sus 51 años fue ministra de Economía e Interior. En Bruselas, se convirtió en la estrella de la Comisión por desafiar a las grandes empresas de Internet, como Apple y Google.
Vestager cree que por fin ha llegado el momento de que la Comisión Europea sea liderada por una mujer. A pesar de que los liberales son el cuarto grupo más grande dentro del Parlamento, tienen ciertas posibilidades ya que están abiertos a la izquierda y derecha, y por eso pueden ser claves para forjar alianzas.
Ska Keller
Junto con el holandés Bas Eickhout, la alemana Ska Keller, de 37 años, es la candidata principal del partido Verde. Dado que los Verdes son el quinto grupo más grande en el Parlamento, las posibilidades de convertirse en Presidenta de la Comisión son prácticamente nulas. Pero la presencia de Keller en la campaña electoral es fuerte.
Los puntos clave para Ska Keller son la protección del clima, la migración y el comercio justo. Durante un debate político dijo que “el clima no puede esperar”. También defiende una política liberal para los refugiados. En cuanto a la política social, quiere estándares mínimos en toda Europa.
Jan Zahradil
El Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (EKR) es la tercera bancada más grande dentro del Parlamento Europeo. Su líder es el checo Jan Zahradil, de 56 años. Sus posibilidades de liderar la Comisión son escasas.
Por una parte, los británicos forman el grupo más grande dentro del EKR y estos se retirarán al consumarse el “brexit”. Por otra parte, el EKR no solo es conservador, sino también, en gran medida es euroescéptico y hasta populista de derecha.
Nico Cué
Junto con la eslovena Violeta Tomic, Nico Cué forma parte del binomio que liderará a la izquierda en las elecciones. El líder sindical y nacionalista español defiende los objetivos clásicos de la izquierda: redistribución, nacionalización y protección de la economía europea ante la competencia externa. Él ve al populismo de derecha como una “amenaza fascista” a la que hay que resistir.
Cué admite que no podrá convertirse en el nuevo presidente de la Comisión, pero quiere utilizar esta campaña para llamar la atención sobre la situación de los trabajadores y luchar por la solidaridad en Europa.