El presidente francés, Emmanuel Macron, hizo el domingo un llamado a la reconciliación con Italia durante una entrevista en la televisión pública italiana, tras la crisis diplomática del mes pasado.

En la misma, anunció que su par italiano, Sergio Mattarella, participará en Francia en la conmemoración de los 500 años de la muerte de Leonardo Da Vinci.

“Hubo declaraciones excesivas. Hoy hay idas y venidas. Pienso que lo que debemos a nuestros pueblos, a nuestra historia y a Europa es ir más allá”, aseguró Macron sobre la tensión con Roma que llevó a París a llamar provisionalmente a consultas al embajador de Francia en Italia.

“Hemos decidido los dos -con Mattarella- que el 2 de mayo próximo estaremos para los 500 años de Leonardo Da Vinci en Clos Luce, en Amboise y Chambord”, dos célebres castillos del Loira, añadió.

Da Vinci murió el 2 de mayo de 1519 en Francia, en Amboise (centro), donde estaba invitado por el rey Francisco I.

Los dos presidentes tratarán de “ir más allá de los malentendidos que a veces surgen en la vida política y económica”, añadió Macron, sin mencionar al primer ministro italiano Giuseppe Conte o a otros políticos italianos.

Las relaciones entre los dos países, miembros fundadores de la Unión Europea y tradicionales aliados, atraviesa sus horas más bajas desde finales de la Segunda Guerra Mundial debido a repetidos enfrentamientos entre los líderes populistas italianos Luigi Di Maio y Matteo Salvini y Macron.

El año pasado, Macron criticó el “cinismo e irresponsabilidad” del nuevo gobierno italiano después de que éste se negara a permitir que las embarcaciones de rescate con migrantes a bordo atracaran en puertos italianos y comparara el ascenso del nacionalismo de extrema derecha con la “lepra”.

Mientras que Salvini dijo recientemente que espera que el pueblo francés se libere muy pronto de Macron, al que tachó de “pésimo presidente” que “gobierna contra su pueblo”.

Pero la gota que colmó el vaso y provocó la llamada a consultas del embajador francés en Roma fue un encuentro de Luigi Di Maio el 5 de febrero en Francia con miembros de los “chalecos amarillos”, un colectivo que protesta contra el gobierno de Macron desde hace casi tres meses.