La primera ministra del Reino Unido, Theresa May, superó una moción de censura presentada por la oposición en el parlamento británico, un día después de que fracasara su proyecto de acuerdo para el Brexit.
La moción de censura logró 306 votos en el parlamento, contra 325 diputados que apoyaron la permanencia de May como primera ministra del Reino Unido.
The Government has defeated a Labour motion of no confidence by 325-306 votes with a majority of 19
— Sky News Breaking (@SkyNewsBreak) January 16, 2019
Tras su victoria, May propuso conversaciones a los líderes de los grupos parlamentarios “a partir de esta misma noche”.
La iniciativa fue presentada el martes en la tarde por el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, luego que el proyecto de acuerdo para la salida del Reino Unido de la UE fuese rechazado estrepitosamente en la Cámara de los Comunes.
“Westminster está en caos”
Reforzada, al menos de momento, por la evidencia de que sus propios diputados rebeldes la quieren en la ardua tarea de sacar al país de la UE, May volverá el lunes al parlamento con un plan B.
Antes, afirmó, abrirá un diálogo con los líderes de la oposición.
“Me gustaría invitar a los líderes de los grupos parlamentarios a reunirse conmigo individualmente, y me gustaría empezar estas reuniones esta noche”, dijo tras ganar la moción de censura.
“Voy a escuchar los puntos de vista de la cámara, a entender los puntos de vista de los parlamentarios para identificar qué podría tener el apoyo de la cámara y cumplir con el referéndum” que en 2016 decidió el Brexit, había dicho antes de que comenzara el debate.
Andrea Leadsome, representante del gobierno ante el parlamento, defendió en la BBC que “el acuerdo de la primera ministra es bueno”. “Tenemos que encontrar el modo de que ese acuerdo, o parte de él, o un acuerdo alternativo, eso es negociable, pueda presentarse a la UE para poder llevar a cabo el Brexit el 29 de marzo”, agregó.
Pero si May sigue insistiendo en defender su acuerdo, es posible que proeuropeos y euroescépticos se atrincheren también en sus respectivas posiciones.
“Westminster está en caos”, lanzó el diputado nacionalista escocés Ian Blackford. “El plan B será el plan A pero servido con otra salsa”, dijo, instando a May a pedir a Bruselas que retrase la fecha del Brexit y a consultar a los británicos en un segundo referéndum.
En una carta publicada el miércoles, más de 70 diputados laboristas defendieron también la organización de esta segunda consulta popular, rechazada hasta la saciedad por la jefa del gobierno pero que Corbyn debería respaldar si no logra provocar elecciones legislativas anticipadas.