Europa obtuvo el “récord de la vergüenza” por negarse a recibir a unos treinta migrantes, los cuales vagan por el mar Mediterráneo desde que fueron rescatados frente a las costas de Libia hace dos semanas, denunciaron organizaciones no gubernamentales.

“Han pasado 14 días desde que fueron abandonados en el mar. Un nuevo récord de la vergüenza“, sostiene en un tuit una asociación que representa a las organizaciones humanitarias y de defensa de los derechos humanos.

Las condiciones de los migrantes han empeorado debido a la llegada de una ola de frío con fuertes olas, lo que obligó el jueves al buque “Sea-Watch 3”, fletado por una ONG alemana, a refugiarse cerca de la costa maltesa.

Las autoridades de La Valeta autorizaron la navegación pero impidieron que el barco atracara. Tres niños de uno, seis y siete años, “vomitan continuamente y corren el riesgo de hipotermia y deshidratación”, aseguró Alessandro Metz, uno de los líderes del grupo humanitario.

Los 32 emigrantes fueron rescatados el 22 de diciembre por el “Sea-Watch 3”, que navega con bandera holandesa al servicio. Este viernes llegó una nueva tripulación, así como provisiones.

Además de los tres niños enfermos, viajan tres adolescentes no acompañados y cuatro mujeres procedentes de Nigeria, Libia y Costa de Marfil.

Holanda, Alemania, Italia y España se negaron inicialmente a recibir a estos migrantes, pero Berlín y La Haya decidieron por último aceptarlos con la condición de que sean repartidos entre varios países.

‘Patético’

Varias ciudades alemanas e italianas se han ofrecido a recibir a estos migrantes como gesto humanitario. El alcalde de Nápoles, Luigi De Magistris, aseguró que se encargaría de las operaciones de desembarco, lo que constituye un desafío al ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini.

El ministro decidió el cierre total de los puertos italianos a los inmigrantes desde que llegó al poder el 1 de junio.

“Los ministros europeos siguen negociando el destino de 32 seres humanos. Uno puede parecer un miserable, pero ellos son patéticos”, comentó Sea-Watch.

La oenegé lanzó un llamado a “los países europeos, comenzando por Malta e Italia, para que den un refugio seguro a estos migrantes, como está previsto por el derecho internacional”.

Médicos Sin Fronteras (MSF), por su parte, denunció “el trato degradante y sin ninguna justificación” que se les ha dado.

Cientos de migrantes se han enfrentado a esta situación desde que el nuevo gobierno italiano decidiera cerrarles sus puertos, una medida que adoptó también el gobierno de Malta.

Cada operación de rescate ha dado lugar a negociaciones entre los países europeos para hacerse cargo de los inmigrantes, la mayoría africanos, debido a que no existe un mecanismo permanente.

Unos 113.482 migrantes cruzaron el Mediterráneo el año pasado en busca de un futuro mejor, y 2.262 murieron en el mar, según cifras de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).