Los partidarios de un segundo referéndum volvieron a sentirse optimistas este jueves tras la amenaza lanzada por la primera ministra británica, Theresa May, en el Parlamento de que un rechazo al acuerdo alcanzado con Bruselas podría implicar que no haya Brexit.

Pese a asegurar que el país saldrá de la Unión Europea el 29 de marzo como estaba previsto, May dio a entender que el Brexit podría no llegar a buen puerto si el Parlamento rechaza el controvertido proyecto de acuerdo, que debe ser votado antes de las vacaciones de fin de año.

Llamando a los diputados a unirse “y respaldar el mejor acuerdo posible”, la jefa del gobierno reconoció: también “podemos elegir salir de la UE sin acuerdo” o “podemos elegir arriesgarnos a que no haya Brexit”.

May se opone firmemente a la celebración de una segunda consulta popular sobre el tema tras el referéndum de junio de 2016 en que un 52% de británicos votó a favor de abandonar la UE.

Pero, aunque el miércoles por la noche anunció haber obtenido el apoyo de su gobierno al texto, varios ministros dimitieron esta mañana, incluido el ministro del Brexit, Dominic Raab.

Así, la primera ministra se enfrenta a una rebelión en las filas del Partido Conservador.

En la oposición, el Partido Laborista y el Partido Liberaldemócrata también se oponen al proyecto de acuerdo.

“Una consulta popular sobre el acuerdo final del Brexit, en el que la gente podría elegir permanecer en la UE, es la única forma de salir de esta incertidumbre”, declaró el líder de los liberaldemócratas, Vince Cable.

Ver las cosas en retrospectiva

En opinión del exportavoz de un anterior gobierno laborista, el proeuropeo Alastair Campbell, Theresa May “está entendiendo el mensaje” de los partidarios de un segundo referéndum.

Dos años de difíciles negociaciones con Bruselas durante las cuales se fueron vislumbrando unos términos de salida que desagradan tanto a los defensores como a los detractores del Brexit, fueron poco a poco dando visibilidad al movimiento a favor de una nueva consulta, en el que participan políticos proeuropeos, militantes antibrexit y personalidades.

En el referéndum de 2016, “no sabíamos realmente cuáles serían las consecuencias de la salida de la Unión Europea”, afirmó el exfutbolista Gary Lineker —que jugó en los años 1980 en el FC Barcelona— durante una manifestación a favor del “Voto del Pueblo” el martes en Londres.

“En la vida es muy poco habitual tener la oportunidad de poder reconsiderar las cosas en retrospectiva”, agregó.

“Lo que hemos aprendido en los últimos dos años es que nunca tendremos un Brexit que corresponda de ningún modo a las promesas fantasiosas” que hicieron sus defensores, declaró el exsecretario de Estado de Transportes Jo Johnson, que participó también en la concentración tras haber abandonado el gobierno de May la semana pasada.

Entre la multitud había otros conservadores que se alejaron de la línea del partido.

Por su parte, la principal formación de oposición, los laboristas, prefiere la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas -con las esperanza de volver al poder-, aunque muchos de sus diputados apoyan la celebración de un nuevo reférendum.

Varios sondeos recientes mostraron que una mayoría de británicos está a favor de una segunda consulta y de que el Reino Unido no salga de la UE: una encuesta realizada por el gabinete Survation y publicada el 5 de noviembre por la televisora Channel 4, señalaba que ahora los partidarios de permanecer en Europa son un 54%.

Los analistas políticos, por su parte, se muestran prudentes.

“No veo a ningún primer ministro conservador aceptando algo así”, dijo a la AFP Henry Newman, director del grupo de reflexión independiente Open Europe.

Steven Peers, profesor de derecho en la Universidad de Essex, subrayó la dificultad de organizar un referéndum tan rápidamente y de obtener el apoyo suficiente.

“Un segundo referéndum solo es posible si el Partido Laborista lo respalda e, incluso en ese caso, podría no contar con suficientes votos en la Cámara de los Comunes” para aprobar la propuesta, advirtió.