“No habrá ningún homenaje a Pétain el sábado”. Con estas palabras, el gobierno francés intentaba apagar una polémica después de que el miércoles el presidente Emmanuel Macron justificara incluir a este mariscal que colaboró con los nazis en una conmemoración por su papel en la Primera Guerra Mundial.

“Nunca fue cuestión de homenajearlo individualmente”, dijo Macron el jueves en Maubège (norte), durante una gira por los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), en el marco de las conmemoraciones por el centenario del Armisticio de este conflicto.

Philippe Pétain “fue uno de los (…) grandes soldados de la guerra de 14-18, eso no se puede borrar, así que dije simplemente que no se puede borrar la historia, no somos los fiscales de la historia”, señaló el jefe de Estado, quien denunció un sistema que crea “polémicas inútiles”, en una alusión clara a la prensa y a las redes sociales.

La polémica nació el miércoles, cuando Macron estimó que era “legítimo” incluir al mariscal Pétain en un homenaje a los militares que condujeron a Francia a la victoria, en un acto que se celebrará el sábado en el complejo de los Inválidos.

“Durante la Primera Guerra Mundial fue un gran soldado” pero tomó “decisiones funestas” en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) al colaborar con los nazis
, argumentó el presidente francés.

Sus comentarios desataron una ola de críticas de políticos de la oposición pero también de líderes judíos, que acusaron al presidente de olvidar que Pétain colaboró con la Alemania de Adolf Hitler y fue condenado a muerte por traición.

“Lo único que recordaremos de Pétain es que fue, en nombre del pueblo francés, golpeado por la indignidad nacional durante su juicio en julio de 1945”, dijo Francis Kalifat, presidente del consejo representativo de las instituciones judías de Francia (Crif).

“Pétain es un traidor y un antisemita. S
us crímenes y su traición son imprescriptibles. ¡Macron, esta vez es demasiado!”, tuiteó por su parte Jean-Luc Mélenchon, líder del partido de extrema izquierda La Francia Insumisa.

Un legado que divide

El miércoles por la noche el gobierno francés ya había intentado apagar la controversia.

“No habrá ningún homenaje a Pétain el sábado. Los mariscales cuyo honor no fue manchado, ellos, y solo ellos, recibirán un homenaje por parte de la República”, señaló Benjamin Griveaux, el portavoz del gobierno francés en un mensaje publicado en Facebook.

“Si hubo una confusión es porque no fuimos lo suficientemente claros en este punto”, agregó.

No obstante, en el programa oficial de las conmemoraciones, que fue comunicado a la prensa en septiembre, se anunciaba un homenaje a los grandes jefes militares de la Gran Guerra, incluyendo a los “ocho mariscales que dirigieron los combates”. Entre estos ocho mariscales figura Pétain.

La mención a esta ceremonia figuraba en la web del centenario pero fue retirada, constató la AFP, que dispone también de una versión en papel.

Emmanuel Macron no asistirá al homenaje del sábado pero estará representado por el jefe del Estado Mayor. En un primer momento sí figuraba entre los presentes, según se puede constatar en el mismo documento.

El legado de Pétain es un tema que divide a Francia desde hace décadas.

Durante mucho tiempo Philippe Pétain fue considerado como un excelente estratega, sobre todo por haber detenido el avance alemán en Verdún en 1916.

Pero durante la Segunda Guerra Mundial dirigió el régimen de Vichy, que colaboró activamente con los ocupantes nazis.

En 1945, al final de la guerra, fue condenado a muerte por traición pero su pena fue conmutada a cadena perpetua. Murió en la cárcel en 1951, a los 95 años.