El hombre más buscado de Francia, Redoine Faïd, fue detenido la madrugada del miércoles, tres meses después de su espectacular fuga en helicóptero de una prisión donde cumplía una pena de 25 años.

Este aficionado a las películas de gánsteres, especializado en el robo de furgones blindados, fue detenido esta madrugada en un apartamento en la ciudad de Créil, al norte de París, donde nació y creció.

Faïd debía ser encarcelado en la prisión de Vendin-le-Vieil (norte), abierta en 2015 y una de las más seguras de Francia, según el ministerio de Justicia. Fue presentado el miércoles ante tres jueces de instrucción que lo inculparon, principalmente de “evasión en banda organizada”.

Faïd, que era considerado como el hombre más buscado de Francia, fue localizado con numerosas armas, pero en el momento de su arresto no opuso resistencia y no se registraron heridos.

También fueron detenidas otras seis personas en el operativo, incluyendo uno de los hermanos del delincuente.

El fugitivo utilizaba una burka para desplazarse sin ser reconocido.

De hecho, ese detalle contribuyó a dar con su paradero. Unos días antes de su captura, los investigadores habían visto a una mujer “tomando a bordo de su vehículo a una persona vestida con una burka, cuyo aspecto hacían pensar que podía tratarse de un hombre”, indicó el miércoles el fiscal de París, François Molins, en una rueda de prensa.

Faïd, de 46 años, cumplía una pena de 25 años por un atraco fallido en 2010 en el que murió una agente de policía.

El 1 de julio protagonizó una fuga al estilo de Hollywood. Tres hombres armados secuestraron a un piloto de helicóptero y le obligaron a posarse en el patio de la prisión, de donde en apenas en unos minutos se evadieron con Faïd a bordo.

Desde entonces la policía había lanzado un intenso operativo para dar con su paradero.

Redoine Faïd había protagonizado una primera evasión en 2013. Se había escapado de la cárcel de Lille-Séquedin (norte) en un operativo mucho más violento, en el que usaron explosivos y hubo varios rehenes.

Fue hallado un mes después en un hotel en la región parisina.

Este amante del cine se inspiró en varias películas a la hora de cometer sus atracos.

En su autobiografía, “Braqueur, des cités au grand banditisme” (“Atracador, de los barrios pobres al gran bandidaje”), publicada en 2010, contó que estudió el comportamiento de los protagonistas del filme “Heat”, con Al Pacino, y aprendió que para ser un buen ladrón hay que ser “minucioso”.