Los ministros de Finanzas de la zona euro advirtieron el lunes a Italia para que respete las reglas de la UE, cuatro días después de la decisión de aumentar su déficit ante la molestia de Bruselas

El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, fue el primero en advertir este lunes al gobierno italiano que “las reglas” de la Unión Europea sobre el presupuesto son “las mismas para todos los Estados miembros” de la zona euro.

Le Maire afirmó que “no quería dar lecciones a nadie”. “No estoy aquí para hacer una evaluación del presupuesto italiano. La Comisión Europea es responsable de evaluar el presupuesto italiano”, agregó.

“Tenemos que ir paso a paso. Primero, necesitamos una evaluación clara del presupuesto italiano por parte de la Comisión Europea”, agregó.

La Comisión Europea, que examinará este proyecto a partir del 15 de octubre, ya había juzgado que le parecía “fuera de los límites”.

El nuevo gobierno italiano propuso el jueves en la noche elevar el déficit al 2,4% del PIB para financiar su programa de gobierno en los próximos tres años, una medida que provoca tensiones con la Comisión Europea y en los mercados financieros.

El gobierno anterior, de centro izquierda, había propuesto 0,8%.

El ministro holandés de Finanzas, Wopke Hoekstra, cuyo país defiende con Alemania la ortodoxia presupuestal frente a los países menos rigurosos, dijo que “las señales recibidas (de los italianos, ndlr) hasta ahora no dan mucha seguridad”.

“Vamos a esperar, ser pacientes y adoptar una actitud metódica (…) Suministraremos un análisis detallado y reaccionaremos como los los textos nos autorizan”, dijo por su parte Pierre Moscovici, Comisario europeo de Relaciones económicas.

Moscovici señaló que hay “una desviación muy significativa con relación a los compromisos tomados”.

“No veo bien como esas cifras son compatibles con nuestras reglas”, añadió Moscovici. Agregó que se entrevistará con el ministro italiano de Finanzas Giovanni Tria “con espíritu de diálogo”.

El ministro luxemburgués de Finanzas, Pierre Gramegna, pidió “desdramatizar” el asunto del déficit italiano.