“Humillada” por el rechazo frontal de los dirigentes europeos a su plan para el Brexit en Salzburgo, a la primera ministra británica Theresa May le quedan pocas semanas para encontrar una solución aceptable por los 27 y por su propio partido.

May se llevó un rapapolvo de sus hasta ahora socios europeos en la cumbre informal del miércoles y el jueves en la ciudad austriaca: su plan para sacar a Reino Unido de la Unión Europea manteniendo una estrecha relación comercial pero sin hacer grandes concesiones es inaceptable, le dijeron.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, aseguró que “el marco de las relaciones económicas tal como se ha planteado no funcionará”.

“Las propuestas presentadas actualmente no son aceptables, especialmente en el ámbito económico”, aseguró el presidente francés, Emmanuel Macron, uno de los más inflexibles con Londres.

La prensa británica era unánime el viernes en calificarlo como un duro revés, tras considerar que May esperaba encontrar un mayor apoyo de los líderes políticos que el obtenido de los tecnócratas de Bruselas.

“May humillada, los líderes europeos le dicen: su plan para el Brexit no funcionará”,
titulaba en portada The Guardian. “Humillación para May, la UE rechaza el plan para el Brexit”, insistía The Times.

En opinión de Simon Usherwood, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Surrey, este rechazo “no es en realidad nada nuevo, solo que se hizo a un nivel más elevado”, es decir, por boca de los dirigentes de la UE en lugar de por el negociador Michel Barnier.

“Los británicos no habían hecho un buen trabajo de preparación para Salzburgo y cuando la cumbre se puso inflexible no tenían nada más que poner sobre la mesa en privado”, considera.

“Vuelta de tuerca”

“No estamos en guerra con Reino Unido”, aseguró el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en una entrevista el viernes al diario austriaco Die Presse. Pero “está claro que no se puede salir de la UE y seguir conservando los privilegios de la comunidad. Brexit significa Brexit”, subrayó.

El principal escollo en la negociación, que ambas partes querían finalizar para la cumbre europea del 18 y 19 de octubre o en noviembre a más tardar, sigue siendo qué tipo de frontera instaurar entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, miembro del bloque.

May propone crear una zona de libre comercio de bienes en esa zona, pero la UE lo rechazó asegurando que la libre circulación europea es un todo o nada que incluye bienes, servicios, personas y capitales.

La primera ministra acabó cediendo y anunció que “en breve” presentará nuevas propuestas.

“Lo que lógicamente tendría que hacer ahora es trabajar en la preparación de algunas concesiones”, afirma Usherwood.

El problema es que su proyecto actual, conocido como “plan de Chequers”, ya enfrenta la dura oposición de buena parte de su formación política, el Partido Conservador, que lo considera demasiado conciliador con la UE.

Y mayores concesiones tendrían todavía una menor aceptación en el congreso del partido que comienza la próxima semana entre rumores de que el exministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson, partidario de un Brexit duro, podría intentar arrebarle el liderazgo.

“El plan de Chequers (…) fue modelado por la necesidad (de May) de aferrarse al poder más que nada”, considera Paul Breen, experto sobre Irlanda en la Universidad de Westminster, en cuya opinión la primera ministra “está intentado mantener unido un partido muy dividido y anteponiéndolo al país”.

Así que la probablemente solo pueda hacer concesiones una vez terminado el congreso, “pero eso no le deja realmente ningún tiempo para progresar de cara al consejo europeo de octubre”, señala Usherwood, considerando que el Salzburgo la UE “dio una vuelta de tuerca” a su posición para que los británicos no piensen que acabarán obteniendo lo que quieren.

Los europeos “son conscientes de que la prensa británica y el debate político británico parece creer que la UE se está ablandando, y está dispuesta a hacer concesiones, que no es en absoluto lo que han dicho”, advierte.