El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, y el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, se entrevistaron telefónicamente este jueves, en plena escalada verbal entre ambos países sobre el caso del pastor estadounidense detenido y enjuiciado, Andrew Brunson.

“Nuestro ministro se entrevistó con el secretario de Estado Mike Pompeo” indicó un alto responsable turco bajo anonimato, sin más detalles.

“El gobierno estadounidense (…) debe comprender que no puede obtener el resultado deseado amenazando a Turquía”, declaró por su parte mediante un comunicado el portavoz del presidente Recep Tayyip Erdogan, Ibrahim Kalin.

Previamente, el canciller Cavusoglu había advertido mediante un tuit: “Nadie puede darle órdenes a Turquía. No toleraremos nunca las amenazas de nadie”.

Brunson está detenido desde 2016 por cargos de terrorismo en Turquía, vive en el país hace 20 años y está acusado de actuar en nombre del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y de la organización del predicador Fethullah Gülen, exiliado en Estados Unidos, a quien Ankara responsabiliza por el golpe de Estado fallido de julio de 2016.

El gobierno turco considera terroristas a ambas organizaciones. Brunson también es acusado de espionaje político y militar y se expone a 35 años de prisión. No obstante, Estados Unidos exige su liberación y este miércoles amenazó con “grandes sanciones” a Ankara.

Estados Unidos impondrá grandes sanciones a Turquía por la larga detención del pastor Brunson, “un cristiano formidable, hombre de familia y maravilloso ser humano. Él está sufriendo mucho. ¡Este inocente hombre de fe debe ser liberado inmediatamente!”, escribió el presidente Donald Trump en Twitter.