Este martes, el velerista italiano Andrea Mura, diputado desde marzo por la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5E), se negó a renunciar a su escaño pese a la solicitud de los dirigentes de su partido que le recriminan su ausentismo.

“Si quiere dedicarse a otras actividades, sin tener en cuenta el mandato que los ciudadanos le han otorgado, solo tiene una salida: renunciar”, lanzaron los líderes del bloque. Mura defiende la idea de que para hacer política no es necesario asistir a las sesiones.

Fiel a ese principio, el legislador ha sumado numerosas ausencias, por lo que los dirigentes del movimiento, el partido más votado del país y con mayoría en el Congreso, le han pedido públicamente que renuncie.

Según la página web OpenPolis, Mura no ha asistido a más del 96% de las sesiones parlamentarias desde su elección en marzo como diputado por la isla de Cerdeña.

“Quiero hacer política desde un barco”, contó en una entrevista a un diario local, explicando que lo que quiere es ser “embajador de valores”, tales como la defensa del medio ambiente y de los mares.

“Quiero ser el rostro a favor de la defensa de los océanos y de la necesidad de salvar el mar de la microplástica”, aseguró Mura, quien recibe un sueldo como diputado y se está preparando para participar a una regata internacional.

El caso generó, además, un debate sobre la transformación de la democracia con internet y las redes sociales y sobre cómo interactuar con las instituciones públicas.

La discusión fue alimentada por las declaraciones de Davide Casaleggio, la eminencia gris del M5E, fundador de la plataforma Rousseau para la democracia directa. “En poco tiempo el Parlamento será inútil”, aseguró en una entrevista.

“Hoy, gracias a internet y las tecnologías, existen herramientas para lograr la participación de la ciudadanía que son mucho más democráticas y efectivas en términos de representación popular”, afirmó. “El derrocamiento de la democracia representativa es inevitable”, concluyó.