Los temores de ver cómo las negociaciones de divorcio con Reino Unido se saldan sin un acuerdo aumentan en una Unión Europea (UE) que contempla la crisis política abierta en el gobierno británico por las dimisiones de David Davis y Boris Johnson.

“Cerrar la negociación será difícil”, reconoció este martes el negociador europeo, Michel Barnier, desde Nueva York, aunque aseguró que las negociaciones de divorcio se reanudarán el lunes en Bruselas como estaba previsto.

Las dimisiones de dos partidarios de un Brexit “duro”, entre ellos el negociador británico David Davis, es un nuevo revés para las negociaciones, en punto muerto desde hace varias semanas sobre cómo evitar una frontera clásica entre la británica Irlanda del Norte (Ulster) e Irlanda.

La UE espera además la visión de Londres sobre la futura relación. El plan de la primera ministra británica, Theresa May, de buscar “una zona de libre comercio” entre ambos y que exigiría la aceptación de reglas europeas fue el detonante de la dimisión de los ministros.

Aunque el bloque dice mantenerse oficialmente al margen de las disputas internas en Reino Unido, el titular de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, comentó con ironía el lunes la situación creada con las dimisiones en el gobierno May.

“Esto muestra claramente que en Chequers había una gran unidad de puntos de vista en el seno del ejecutivo británico”, dijo el presidente de la institución que negocia el Brexit en nombre de la UE, en referencia a la reunión en la que May expuso sus planes a su gobierno.

Para la primera ministra británica, la marcha de dos ministros euroescépticos de su gobierno responde a un “desacuerdo” sobre cómo negociar la retirada de la UE, defendiendo que existe una “posición común” de su ejecutivo sobre la naturaleza de la futura relación con la UE.

Para los analistas, el escenario de una salida de Reino Unido del bloque sin acuerdo, en marzo de 2019, no se debe tanto por las negociaciones con los europeos, sino por la crisis interna en el seno del gobierno conservador británico.

El riesgo en Londres

“El principal riesgo por el momento no es tanto a nivel europeo o de las propias negociaciones. Además, Boris Johnson y David Davis no desempeñaban un importante papel concreto” en éstas, según Amandine Crespy, politóloga de la Universidad Libre de Bruselas.

Para Fabian Zuleeg, del centro de reflexión European Policy Centre (EPC), “el verdadero problema es que el gobierno [británico] no puede lograr un compromiso que pueda sobrevivir políticamente en Reino Unido”.

Pero para el referente de la Eurocámara en la negociación, el liberal Guy Verhofstadt, la marcha de los “duros” del gobierno de May es en cambio una buena noticia, ya que podría crear “la necesaria unidad para alcanzar una mayoría parlamentaria que funcione”.

La estabilidad del ejecutivo de Theresa May se presenta cada vez más clave para los europeos. “¿Lograremos alcanzar un acuerdo en el último momento y podremos venderlo al Parlamento británico y a los europeos?”, se pregunta el diplomático europeo.

Muchos temen que la primera ministra británica no pueda ir demasiado lejos. “La UE no adapta sus posiciones de negociación para reforzar o debilitar al gobierno británico”, precisa no obstante un alto funcionario europeo.

Un gobierno británico debilitado podría “colocar a Reino Unido en la peor posición posible en marzo, es decir, una salida brutal y no negociada” del bloque, apunta Crespy, para quien esto llevaría a “negociaciones de último minuto”, “más desfavorables” para Londres.

“Todo el mundo debería estar inquieto por una falta de acuerdo”, asegura el alto responsable europeo. “No estamos indiferentes, pero somos espectadores de un espectáculo”, lamentó por su parte el diplomático europeo.