El Partido Socialdemócrata (SPD) alemán, el tercer miembro de la coalición del gobierno de Angela Merkel, se sumó este jueves al endurecimiento de la política migratoria en el país defendido por el ala conservadora del Ejecutivo.

Así, los tres partidos en el poder –la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel; sus muy conservadores aliados bávaros de la Unión Cristiano Social (CSU), y el SPD– se pusieron de acuerdo en una “reordenación de la política de asilo” en Alemania, declaró tras una reunión en Berlín la presidenta del SPD, Andrea Nahles, para quien se trata de una “buena solución”.

Tras una disputa de cuatro semanas, el partido de la jefa del gobierno alemán y la CSU habían alcanzado el lunes un compromiso dirigido a reducir el número de solicitantes de asilo en el país.

Pero el SPD se mostraba escéptico y no había dado aún su visto bueno, lo que hacía planear la amenaza de un fin prematuro de la coalición gobernante desde marzo.

Al SPD le disgustaba concretamente una medida faro del compromiso: la instauración de “centros de tránsito” en la frontera con Austria, desde donde se expulsaría a los migrantes registrados ya en otros países de la Unión Europa a dichos Estados, en virtud de acuerdos bilaterales que aún deben negociarse.

Italia ya dijo que rechazaba tal acuerdo.

En el caso de que hubiera países que rechacen reaceptarlos, Berlín quería expulsarlos a Austria, pero Viena cerró la puerta este jueves a tal opción.

También rechazaba el concepto de “centros de tránsito”, como ya hizo en 2015.

Finalmente se llamarán “centros de transferencia” y se instalarán en comisarías de policía ya existentes, “donde no hay alambre de espino ni similares”, según el ministro alemán del Interior, Horst Seehofer.