Dos personas fueron hospitalizadas en estado crítico en el hospital de Salisbury, Inglaterra, tras haber estado expuestas a una “sustancia desconocida” en Amesbury, a unos kilómetros del lugar en el que el exespía ruso Serguei Skripal fue víctima de un intento de envenenamiento en marzo.

Los dos pacientes “están siendo tratados por una presunta exposición a una sustancia desconocida en el hospital de Salisbury”, precisó el miércoles la policía del condado de Wiltshire, que afirmó considerar los hechos como un “incidente importante”.

Las dos personas, un hombre y una mujer, ambas en la cuarentena, fueron halladas inconscientes el sábado 30 de junio en una vivienda de la ciudad de Amesbury (sur de Inglaterra), a una decena de kilómetros de Salisbury, donde Serguei Skripal y su hija Yulia fueron víctimas de un intento de envenenamiento con un agente nervioso el 4 de marzo.

Ambos pacientes “están en estado crítico”, afirmó la policía.

En un primer momento, el cuerpo emitió la hipótesis de una contaminación vinculada con el consumo de heroína o de crack, pero precisó que se estaban realizando exámenes adicionales “para establecer la naturaleza de la sustancia que hizo enfermar a estos pacientes”.

“Estamos abiertos en lo que respecta a las circunstancias del incidente”, añadió.

Se pusieron en marcha varios cordones policiales en los lugares que los afectados hubieran podido visitar anteriormente.

También se reforzó el despliegue policial en Amesbury y Salisbury.

La agencia de salud pública Public Health England (PHE) consideró que el acontecimiento no plantea “ningún riesgo sanitario significativo para la gente”.

Una constatación que será, no obstante, “continuamente reevaluada, en función de las informaciones que se obtengan”, avisó un portavoz de PHE, citado por la agencia Press Association.

El pasado 4 de marzo, Serguei y Yulia Skripal fueron hallados inconscientes y hospitalizados en estado crítico en Salisbury. Ambos habían sido víctimas de una tentativa de envenenamiento con un agente nervioso.

Fueron tratados durante semanas antes de que les dieran el alta médica.

Londres acusó a Moscú de estar detrás del caso Skripal, pero el Kremlin negó toda implicación.

Este acontecimiento desembocó en una crisis diplomática entre ambos países y en una oleada de expulsiones cruzadas de diplomáticos por parte de Reino Unido y sus países aliados, de un lado, y Rusia, de otro.