Italia mantiene su línea dura contra las organizaciones humanitarias que ayudan a los inmigrantes en el Mediterráneo, faltando pocas horas para la minicumbre de Bruselas, que se anuncia muy tensa por las fuertes divisiones entre países.

El nuevo gobierno italiano cambió radicalmente su política dentro de la Unión Europea y no sólo amenaza con inmovilizar los barcos humanitarios sino que impide que atraquen en sus puertos cargados de inmigrantes, en una nueva estrategia que ha puesto a temblar a toda Europa.

Italia se presentará el domingo a la reunión de Bruselas con una propuesta para frenar la inmigración
, que la prensa ha resumido en una suerte de “cortina de hierro” que cuenta con el apoyo de los países del este Europa para impedir la entrada de miles de migrantes, la mayoría provenientes de África, que huyen de las guerras y el hambre.

Se trata de una reunión previa a la cumbre con los veintiocho miembros de la UE que se celebrará el jueves y viernes próximos en Bruselas y participarán España, Francia, Alemania, Italia, Malta, Grecia, Bulgaria (país que ostenta la presidencia rotativa hasta el 1 de julio) y Austria (que asume el relevo), entre otros.

Bélgica y Holanda, a favor también de la mano dura, decidieron unirse también a la cita.

Sin embargo, el gobierno alemán ha querido reducir este viernes las expectativas sobre esas reuniones al recalcar que no se llegará a una “solución” europea sobre el problema.

Se hablará más bien de “acuerdos bilaterales y multilaterales”, insistió el portavoz oficial.

La reglamentación de los flujos migratorios es un tema candente en Europa y el nuevo gobierno italiano, liderado por una coalición populista formada por la ultraderechista Liga y los antisistema del Movimiento 5 Estrellas, es partidario de la mano dura.

El cambio de posición de Italia fue criticado indirectamente el jueves por el presidente francés, Emmanuel Macron, quien lanzó un mensaje velado contra Italia y en especial contra su controvertido ministro del Interior, el ultraderechista y xenófobo Matteo Salvini.

La lepra del populismo


El populismo en Europa “es como una lepra que se extiende por el Viejo Continente, en países que nunca pensamos que fuera a ocurrir otra vez, en países vecinos”
, afirmó Macron.

Las declaraciones de Macron encendieron de nuevo la relación con Salvini, quien instó al presidente francés a recibir los miles de inmigrantes que Italia ha acogido en los últimos años.

“Deje de insultar y más bien aplique la generosidad que tanto proclama”, respondió pocas horas después en declaraciones a los noticieros de la televisión nacional.

El gobierno populista italiano ha convertido el enfrentamiento con sus socios europeos en una de sus políticas principales al inicio de su mandato.

“El año próximo se decidirá si Europa unificada seguirá o no existiendo”, por las negociaciones presupuestarias y las elecciones europeas, advirtió en una entrevista Salvini.

Italia, que dejó a la deriva hace dos semanas en el Mediterráneo a la embarcación humanitaria Aquarius con 629 migrantes, esta semana anunció que cierra de nuevo los puertos a la embarcación Lifeline, con 224 migrantes a bordo.

“La embarcación ilegal Lifeline se encuentra en aguas maltesas. Para garantizar la seguridad de la tripulación y de los pasajeros, solicitamos que Malta abra sus puertos”, pidió este viernes en un tuit Salvini, al ratificar la línea dura.

“El barco va a ser secuestrado y su tripulación detenida”
, advirtió.

Sin embargo, fuentes cercanas al gobierno de Malta indicaron que no han recibido una solicitud oficial y que la embarcación Lifeline no ha solicitado ayuda.

“Los puertos italianos dejaron de estar a disposición de los traficantes de seres humanos, que abran sus puertos Malta, o Francia”, clamó Salvini con su tradicional tono provocador.

La víspera, el ministro italiano de Transporte, Danilo Toninelli, había dado la orden de secuestrar Lifeline así como otro barco de una ONG alemana, Seafuchs, por navegar con falsa bandera holandesa y violar las leyes internacionales de navegación.

Una medida que ha sido tomada en otras ocasiones por orden de la justicia italiana. En marzo del 2018, un tribunal sureño ordenó secuestrar el buque de una ONG española, Open Arms, después de una operación de rescate durante la cual los socorristas se negaron a confiar los migrantes a los guardacostas libios.

En 2017 un tribunal ordenó el secuestro del barco de la organización alemana Jugend Rettet.

Italia está dispuesta a desencadenar una verdadera batalla diplomática y humanitaria dentro de Europa, a la que acusa de haber sido indiferente ante el fenómeno de la migración masiva, después de que el país registrara la llegada de 700.000 migrantes a sus costas en los últimos seis años.

Según la prensa, Italia va a proponer la creación de centros para los inmigrantes en los países de origen y de tránsito, para valorar quiénes merecen el derecho de asilo, así como mayores relaciones con terceros países para frenar el tráfico de seres humanos y el refuerzo de las fronteras.