Convocadas por una plataforma independentista, decenas de miles de personas formaron este domingo una cadena humana entre varias ciudades del País Vasco para reivindicar el derecho a la autodeterminación de la región del norte de España.

Ondeando la bandera roja, verde y blanca del País Vasco, los manifestantes formaron una cadena que, según los organizadores de la plataforma Gure Esku Dago (está en nuestras manos), unió 202 kilómetros entre San Sebastián y Vitoria, pasando por Bilbao.

La plataforma afirmó que participaron 175.000 personas, movilizados gracias a 5.000 voluntarios y un millar de autobuses para transportar a los participantes. Las autoridades vascas no han ofrecido cifras.

Apoyada por partidos nacionalistas e independentistas, así como sindicatos, la protesta transitó calles de ciudades y varias carreteras, según observó un fotógrafo de la AFP y mostraron imágenes de medios vascos.

“Hemos demostrado que queremos decidir el futuro político de este país, que tenemos la necesidad de decidir y que tenemos miles de razones que nos afectan en nuestro día a día”, afirmó Ángel Oiarbide, portavoz de la plataforma, que leyó un manifiesto en Vitoria, capital del País Vasco.

La protesta “demuestra que estamos ante un pueblo activo y vivo que quiere decidir democráticamente”, afirmó ante periodistas la presidente del Parlamento vasco Bakartxo Tejería, del Partido Nacionalista Vasco (PNV), gobernante en la región.

La presencia de miembros del PNV fue criticada por otras formaciones, como el Partido Popular (PP, conservador), que acusó a este partido de “avivar la ruptura social en Euskadi (País Vasco)”.

La manifestación también respaldó a Cataluña, la región del noreste español que fue escenario en octubre pasado de una fallida declaración de independencia.

Cataluña recuperó en días pasados su autonomía regional, intervenida por Madrid desde el intento separatista, pero su gobierno independentista sigue preconizando una república catalana.

Gure Esku Dago ya realizó en el pasado otras cadenas humanas en el País Vasco para reclamar un referéndum de de independencia, en 2015 y 2014.

El País Vasco, con una cultura y un idioma propios, ha intentado tradicionalmente conseguir una mayor autonomía respecto a España.

Un movimiento independentista pacífico ha crecido en la región, inspirado en parte por las multitudinarias manifestaciones en Cataluña, y que ahora pretende tomar un impulso tras la disolución de ETA.

La organización vasca anunció el 3 de mayo su fin definitivo, dejando atrás décadas de atentados que dejaron más de 800 muertos en su lucha por la independencia del País Vasco.