Los parlamentarios franceses aprobaron este jueves la prohibición de los teléfonos móviles en las escuelas públicas del país, una de las promesas de campaña del presidente Emmanuel Macron, pero que la oposición considera inútil.

Aunque muchos países tienen normas limitando el uso de los teléfonos en las escuelas, Francia es el primero en prohibirlos totalmente, desde la escuela primaria hasta el liceo.

El ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, calificó el texto de “ley para el siglo XXI, una ley sobre la revolución digital”, dijo en el Parlamento.

La ley es una respuesta a muchos padres, preocupados porque sus hijos se pasan horas mirando las pantallas de sus teléfonos y por el aumento de los casos de acoso a través de internet.

El texto, aprobado por mayoría en la Cámara baja de la Asamblea Nacional, fue calificado de “inútil” por los grupos de oposición, que recuerdan que hay un texto de 2010 que ya prohibía usar el teléfono durante las horas de clase.

Casi nueve de cada diez estudiantes franceses de entre 12 y 17 años tienen un teléfono móvil, según una encuesta de 2016.