Cerca de 60 migrantes murieron desde este sábado por la noche frente a los costas de Túnez y Turquía intentando llegar a Europa, en un momento en que el nuevo ministro del Interior italiano reiteraba en Sicilia su discurso antiinmigración.

Un total de 48 cadáveres fueron recuperados frente a las costas de Sfax, en el sur de Túnez, y 68 migrantes pudieron ser socorridos, informó este domingo el Ministerio de Defensa en un balance aún provisional.

Este balance fue publicado hacia las 19:00 horas locales (18:00 horas GMT), tras el cese de las operaciones de búsqueda que debían reanudarse el lunes por la mañana, afirmó a la AFP el coronel Mohamed Salah Sagaama, comandante de la base naval de Sfax.

La embarcación había sido avistada durante la noche cuando estaba “a punto de hundirse” cerca del archipiélago de Kerkennah, según el ministerio del Interior tunecino.

Se desconocía la identidad de las personas fallecidas. Entre los migrantes rescatados había 60 tunecinos, un libio y siete personas originarias de países del Magreb o el África subsahariana, agregó.

“El barco tenía una capacidad máxima de 75 a 90 personas, pero éramos más de 180”, explicó a la AFP Wael Ferjani, un superviviente tunecino que todavía estaba conmocionado por el drama.

El agua entraba en la embarcación, los migrantes saltaron al agua y algunos se ahogaron, relató.

Mujeres y niños

Este es el naufragio de migrantes más mortífero registrado en el Mediterráneo desde el 2 de febrero, cuando 90 personas, en su mayoría paquistaníes, murieron ahogadas frente a las costas de Zuara, en el oeste de Libia, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Más al este en el Mediterráneo, nueve refugiados sirios -incluidos siete niños- que intentaban llegar a Europa perdieron la vida el domingo cuando su embarcación naufragó frente a las costas de Turquía, informó la agencia de noticias turca Anadolu. Otras seis personas, todas adultas, pudieron ser salvadas.

Más de un millón de personas, muchas de las cuales huían de la guerra en Siria, llegaron a Grecia desde Turquía en 2015.