El partido anticapitalista y secesionista, CUP, decidió este domingo que sus cuatro diputados se abstengan para permitir que el lunes sea investido como presidente catalán el independentista Quim Torra, acercando el fin del largo bloqueo político en esta región española.

“Ante un momento complejo, marcado por la represión y la vulneración de derechos políticos y civiles por parte del Estado español, la CUP no bloqueará la formación de un nuevo Gobierno, manteniendo sus cuatro abstenciones” en el Parlamento catalán, indicó en un comunicado la formación que consultó a sus militantes este domingo.

Torra, un editor de 55 años propuesto por el presidente catalán cesado, Carles Puigdemont, no pudo ser elegido el sábado en un primer debate de investidura al no recibir el respaldo de una mayoría absoluta en la cámara regional, 68 votos de 135.

Pero en el segundo intento del lunes le bastará una mayoría simple, por lo que gracias la abstención de la CUP los principales partidos independentistas, con 66 votos, se impondrán al resto de las fuerzas en la cámara, que tienen 65 votos.

La elección de Torra, un independentista del ala dura y fiel a Puigdemont, debería poner fin a un bloqueo político en Cataluña, así como a la intervención de su autonomía por parte el Gobierno central desde la fallida declaración de independencia del 27 de octubre pasado.

Pese a haber renovado una corta mayoría en las elecciones del 21 de diciembre, los independentistas han sido incapaces hasta ahora de investir a un presidente, ya que las tres personas que propusieron anteriormente fueron bloqueadas por la Justicia por su papel en el intento secesionista.

Uno de ellos, Puigdemont, se encuentra en Alemania a la espera de conocer si es extraditado a España y los otros dos en prisión preventiva.

Torra prometió el sábado trabajar “sin descanso” para construir una república independiente de España, lo que indignó a la oposición y al Gobierno español.

De todas maneras, la CUP, que ha abanderado una estrategia de ruptura con Madrid, afirmó que pasa a la oposición ante “la propuesta de programa de gobierno de JxCat y ERC -las principales listas independentistas-, que no avanza en la construcción de medidas republicanas ni sociales”.