“¡No esperemos más! ¡Actuemos ahora!”, lanzó el jueves el presidente francés Emmanuel Macron, presionando a la canciller alemana Angela Merkel para que acepte ambiciosas reformas en Europa y deje de lado el “fetichismo” de su país por sus excedentes presupuestarios.

Macron y Merkel están enzarzados desde hace semanas en complicadas negociaciones para intentar ponerse de acuerdo sobre una serie de proyectos de reforma de la Europa post Brexit, con vistas a la cumbre europea de finales de junio.

Las conversaciones encallan sobre todo en torno a la propuesta francesa de dotar a la Eurozona de un presupuesto de inversiones para alentar el crecimiento.

El presidente francés aprovechó la ceremonia de entrega de una recompensa por su compromiso proeuropeo, el premio Carlomagno, en la localidad alemana de Aquisgrán, para dejar de manifiesto su creciente impaciencia.

“Fetichismo”

“No seamos débiles y elijamos”, lanzó durante su discurso.

“Creo en un presupuesto europeo mucho más ambicioso (…) Creo en una zona euro más integrada, con un presupuesto propio”, insistió el joven político que llegó hace un año a la presidencia de Francia.

El gobierno alemán tiene fuertes reservas a este respecto, porque teme tener que pagar por los países del sur de Europa que en su opinión gastan demasiado.

Con palabras de una dureza inhabitual, Macron, que fue elegido con un programa muy proeuropeo y ha convertido este tema en una de sus prioridades, atacó la timidez de Alemania ante el gasto y la inversión.

“En Alemania no puede haber un fetichismo perpetuo por los excedentes presupuestarios y comerciales, porque se hacen a expensas de los demás”, afirmó en presencia de Merkel.

El nuevo gobierno de la canciller alemana acaba de confirmar el muy ortodoxo objetivo financiero del país: no habrá déficit presupuestario en los próximos años.

Merkel reconoció que el futuro de la Eurozona es motivo de controversia con Francia. “Sí, mantenemos conversaciones difíciles”, dijo durante su elogio por el premio acordado a Macron.

“Tenemos culturas políticas y formas de abordar los temas europeos diferentes”, dijo con mucha diplomacia, y aseguró estar a favor de una Eurozona “más resistente frente a las crisis”.

“Potencia geopolítica”

Los dos dirigentes coincidieron sin embargo sobre las otras reformas para Europa, en materia de defensa o de política exterior, frente a los cambios provocados por el creciente aislamiento de Estados Unidos.

“La época en que podíamos contar con Estados Unidos para protegernos ha pasado”, dijo Merkel. Por consiguiente, “Europa tiene que tomar su destino en sus manos, es nuestro desafío para el futuro”, agregó.

Macron abogó por “convertir a Europa en una potencia geopolítica” y “diplomática”, y criticó implícitamente la voluntad de Estados Unidos de dictar a los europeos lo que tienen que hacer, como en el caso del acuerdo nuclear con Irán.

“Si aceptamos que otras grandes potencias, incluso las aliadas, las amigas en las horas más duras de nuestra historia, se pongan en situación de decidir por nosotros nuestra diplomacia, nuestra seguridad, a veces haciéndonos correr grandes riesgos, entonces ya no somos soberanos”, afirmó.

A raíz del anuncio de la retirada de su país del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó con sanciones a las empresas europeas que siguan haciendo negocios con Teherán.