La canciller alemana Angela Merkel realiza este viernes una corta visita a Donald Trump en Washington, con una agenda centrada en las divergencias comerciales y el futuro del acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015.

En abierto contraste con la visita de Estado realizada esta semana por el presidente francés Emmanuel Macron, Merkel realizará una visita discreta, de poco más de horas, a la Casa Blanca para recomponer las relaciones bilaterales.

Merkel había visitado a Trump en marzo del año pasado, cuando las diferencias de estilo y la frialdad entre ambos jefes de Estado fueron evidentes.

“Espero ansioso la reunión con la canciller Angela Merkel, de Alemania, este viernes. ¡Tanto para discutir y tan poco tiempo! Será muy bueno para nuestros grandes países”, apuntó Trump en su vehículo favorito, la red social Twitter.

El jueves, apenas horas antes del desembarque de Merkel en Washington, el Senado finalmente confirmó el nombramiento de Richard Grenell como nuevo embajador de Estados Unidos en Alemania.

Grenell es un ultraconservador y defiende con firmeza la idea de “Estados Unidos primero”, uno de los conceptos fundamentales de la campaña presidencial y del gobierno de Trump.

Pero más allá de las diferencias de estilo entre el volcánico Trump y la discreta Merkel, la agenda a tratar incluye por lo menos dos temas de extrema sensibilidad.

El primero se refiere a las crecientes tensiones comerciales entre Washington y Berlín.

En marzo el gobierno estadounidense impuso pesadas tarifas a la importación de acero y aluminio,
pero adoptó una exención temporaria a los países de la Unión Europea.

Como ya lo hizo Francia durante la visita de Macron, Merkel busca convencer a Trump de la conveniencia de que esa exención no sea apenas temporaria sino permanente.

El segundo punto crítico de la agenda es el acuerdo que en 2015 firmaron Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, China y Rusia con Irán para acabar con su programa nuclear.

Trump exhibe su inclinación a abandonar ese acuerdo, un paso que todos los otros países firmantes han criticado con más o menos intensidad.

Esta semana, Trump y Macron hablaron de un “nuevo” acuerdo con Irán para complementar el pacto firmado en 2015, idea que Rusia e Irán ya han rechazado de plano.

Otro tema que puede filtrarse en la agenda de la visita de Merkel es la cuestión del aporte alemán a la OTAN, ya que Trump ha criticado que los países europeos no cumplen con su responsabilidad financiera con esa alianza militar.