El expresidente de Armenia, Serzh Sarkisian, recientemente elegido primer ministro, presentó este lunes su dimisión, en el undécimo día de protestas que han movilizado en su contra a decenas de miles de personas.

“Abandono el cargo de dirigente del país”, declaró Sarkisian en un comunicado publicado en su web oficial.

“Nikol Pachinian (líder de la protesta y diputado) tenía razón. Y yo me equivoqué”, añadió Sarkisian, que había sido elegido primer ministro por los diputados hace menos de una semana, después de diez años de presidente.

Este sorprendente anuncio ocurre unas horas después de la liberación de Pachinian, arrestado el día anterior durante una manifestación de la oposición, y que inmediatamente se unió a los manifestantes en las calles de Ereván gritando “¡Todos saben ya que hemos ganado!”

Alegría y aplausos

Miles de manifestantes congregados el lunes en la plaza de la República, en pleno centro de la capital armenia, donde está ubicada la sede del gobierno, han gritado de alegría y aplaudido la dimisión del primer ministro.

Desde el 13 de abril, los manifestantes exigieron la dimisión de Sarkisian, acusado de aferrarse al poder a cualquier precio. Después de 10 años como jefe de Estado, Sarkisian había hecho votar una reforma constitucional que daba nuevos poderes al primer ministro y dejaba al presidente un papel esencialmente honorífico.

Un grupo de militares en activo se adhirió también a las protestas el lunes, según el Ministerio de Defensa armenio, que prometió “persecuciones” contra estos soldados de “una brigada de mantenimiento de la paz (…) que han violado la ley” participando en una marcha antigubernamental.

Numerosos exmilitares en uniforme y estudiantes de la facultad de medicina, vestidos con batas blancas, participaron también en las manifestaciones enarbolando banderas armenias y cortando brevemente las calles.

“Serzh Sarkisian es un dirigente con una mentalidad soviética. Y el mundo de hoy exige un nuevo enfoque a los problemas”
, declaró a la AFP un manifestante, Karen Jatshatrian, estudiante de 23 años.

Por su parte, el presidente del Parlamento, Ara Babloian, el primer viceprimer ministro, Karen Kapetian, así como el ministro de Defensa, Viguen Sarkisian, llamaron el lunes a un “diálogo” entre manifestantes y autoridades.

“No quiero que un armenio luche contra otro armenio”, declaró el ministro de Defensa durante una conferencia de prensa.

Asunto interno armenio

“Armenia reconoce el derecho a manifestarse libremente y garantiza que la gente pueda ejercer ese derecho”, recalcó por su parte el ministro de Asuntos Exteriores, Eduard Nalbandian. Llamó a los manifestantes a “respetar la ley” en las protestas.

El Kremlin sigue “de cerca la situación en Armenia”, un “país extremadamente importante” para Rusia y “aliado muy cercano”, declaró en Moscú el portavoz del presidente Vladimir Putin, Dimitri Peskov.

La detención de Pachinian, de 42 años, provocó una gran manifestación en protesta que reunió a decenas de miles de personas en la plaza de la República.

Esta manifestación, la primera organizada sin Pachinian, finalizó en calma el domingo por la noche. Los manifestaciones habían reiterado su disposición a continuar con las concentraciones hasta la dimisión de Serzh Sarkisian.

Los manifestantes también culpan a Sarkisian, exmilitar de 63 años, de no haber reducido la pobreza ni la corrupción, mientras que los magnates siguen teniendo ventaja sobre la economía del país.

El domingo por la mañana había fracasado un intento de negociación entre Pachinian, experiodista y opositor de larga data, y Sarkisian, reunidos frente a las cámaras en un hotel de la capital armenia.