El año 2018 fue recibido con multidudes en las arenas de Rio de Janeiro, casamientos colectivos en Asia, festejos por la legalizalición del matrimonio homosexual en Australia y espectáculos de fuegos y luces en todos los rincones del planeta.

Una deslumbrante pirotecnia iluminó la playa Copacabana de Rio cuyas autoridades esperaban a unos 3 millones de personas para saludar al nuevo año con samba y una presentación de la cantante Anitta que logró fama mundial con su canción “Vai malandra”.

Entretanto en Nueva York unos dos millones de personas se preparaban para recibir el 2018 desafiando gélidas temperaturas en Times Square, copado por policías en un inédito dispositivo de seguridad. Muchos llegaban con ropa y botas de nieve en lo que parece ser el 31 de diciembre más gélido en Nueva York desde 1962.

Horas antes y pese al frío, los europeos salieron a saludar al año nuevo como ya había ocurrido en las islas del Pacífico, Nueva Zelanda, Australia y Asia.

El Pacífico abre las celebraciones

Sídney fue la primera ciudad en entrar en 2018, con 1,5 millones de personas al borde su emblemática Bahía. Una cascada arcoíris de fuegos artificiales desde el puente de la Bahía, conmemoró la reciente legalización del matrimonio homosexual.

“Es una forma maravillosa de despedirse de 2017”, declaró Clover Moore, la alcaldesa de la ciudad australiana.

Todo ello bajo un enorme dispositivo de seguridad, después del ataque con coche que se produjo la semana pasada en Melbourne.

Boda colectiva en Yakarta

La fiesta continuó después en Asia, con un espectáculo de 10 minutos en Hong Kong, celebrado incluso antes de la medianoche con “estrellas fugaces” lanzadas desde el rascacielos que domina Victoria Harbour.

En Yakarta, medio millón de personas se dieron el “sí, quiero” en una boda colectiva organizada por el gobierno indonesio.

Y en Dubái se sustituyeron los fuegos artificiales por un espectáculo con luces láser en Burj Khalifa, la torre más alta del mundo (828 metros), en el que se proyectaron los colores -verde, blanco, negro y rojo- de Emiratos Árabes Unidos, así como un retrato del jeque Zayed bin Sultán al Nahyan, fundador de la federación.

En Abu Dabi, el paso a 2018 se celebró con fuegos artificiales.

Europa: festejos y seguridad

En Europa, la fiesta se llevó a cabo con fuertes medidas de seguridad.

En París, a pesar de la llovizna y el viento, cientos de miles de personas se reunieron en los Campos Elíseos para un espectáculo de música y luces y ver los tradicionales fuegos artificiales del Arco de Triunfo.

Se movilizaron 1.800 miembros de las fuerzas de seguridad y agentes privados en la emblemática avenida, donde los espectadores fueron registrados antes de acceder a la zona.

Cerca de 140.000 policías, gendarmes y soldados fueron movilizados en toda Francia para hacer frente a la amenaza yihadista.

En Londres, más de 100.000 personas asistieron a los fuegos artificiales desde las orillas del Támesis. Para respetar la tradición, el Big Ben dio las doce campanadas a medianoche. Pero este año hizo falta reactivar el reloj, detenido por obras.

Aunque la capital británica fue blanco de cuatro atentados en 2017, Scotland Yard indicó haber movilizado a menos policías que el año anterior.

En Moscú, las principales avenidas y plazas fueron decoradas y unos fuegos artificiales iluminaron 36 edificios de la capital rusa.

En Alemania, los organizadores de la fiesta de la San Silvestre en la puerta de Brandeburgo en Berlín previeron, en tiendas médicas de la Cruz Roja, lugares específicos para atender a mujeres víctimas de acoso sexual o que se sientan amenazadas.

Trágico recuerdo en Estambul

La fiesta transcurrió con grandes medidas de seguridad en Turquía, bajo la sombra del trágico recuerdo de la Nochevieja de 2017, cuando un atentado dejó 39 muertos en la discoteca Reina, la más famosa de Estambul.

Las autoridades turcas prohibieron además las concentraciones en la emblemática plaza de Taksim de Estambul y en otros animados barrios.

“Alerta roja” para el planeta

Los dirigentes aprovecharon sus discursos de felicitación de Año Nuevo para recordar sus prioridades.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, lanzó “una alerta roja” para el mundo. “Los temores provocados por las armas nucleares no han sido nunca tan fuertes desde el final de la Guerra Fría, (…) el cambio climático es más rápido que nosotros y las desigualdades siguen acentuándose”, advirtió.

El presidente chino, Xi Jinping, prometió que su país cumpliría con su papel en el mantenimiento del orden internacional y en la lucha contra el cambio climático, y prometió sacar a toda la población de la pobreza en 2020.

El presidente ruso, Vladimir Putin, deseó a sus conciudadanos un “cambio para mejor” en 2018.

La canciller alemana Angela Merkel insistió en el refuerzo de la cohesión de la Unión Europea, “la cuestión decisiva” de los próximos años.

El francés, Emmanuel Macron pidió a “diseñar un gran proyecto” para Europa, a la vez que señaló la estrecha colaboración con Alemania como “una condición necesaria para cualquier avance europeo”.

En África, los dirigentes hablaron de las perturbaciones en sus países.

El marfileño Alassane Ouattara señaló, tras un año marcado por los motines en el ejército, su voluntad de transformarlo en una fuerza “verdaderamente republicana”.

En República Democrática del Congo, el presidente Joseph Kabila pidió “cerrar el paso a todos los que (…) sientan la necesidad de recurrir a la violencia para interrumpir el proceso democrático en marcha (…)”. Ocho personas murieron este domingo durante la represión de manifestaciones.