La primera ministra británica, Theresa May, y el presidente estadounidense, Donald Trump, subrayaron este martes la importancia de elaborar un acuerdo comercial bilateral “rápido” tras la retirada británica de la Unión Europea, según un informe del encuentro difundido por Londres.

“Theresa May mantuvo al corriente al presidente estadounidense de los últimos avances realizados en las negociaciones del Brexit”, dijo un portavoz de Downing Street, sede del gobierno británico.

“Se pusieron de acuerdo sobre la importancia de lograr un acuerdo comercial bilateral rápido” tras la salida de Londres de la Unión Europea, agregó.

Sin embargo, en un informe escrito difundido poco después, la Casa Blanca nada dijo sobre este punto, limitándose a destacar que Trump había “felicitado” a May por la decisión de los dirigentes europeos de pasar a la segunda fase de las negociaciones sobre el Brexit.

Este diálogo es el primer contacto directo entre ambos dirigentes tras el corto enfriamiento en sus relaciones ocurrido a fines de noviembre, cuando May dijo que la redifusión por el presidente estadounidense de tuits antimusulmanes había sido un “error”. Trump reaccionó con furia ante esa declaración.

Durante su conversación telefónica, ambos abordaron también el tema del reconocimiento por Estados Unidos de Jerusalén como capital de Israel.

May había manifestado su desacuerdo con esta decisión y afirmado que no era “de ninguna ayuda” para resolver el conflicto en Medio Oriente.

Los dos dirigentes “evocaron sus distintas posiciones” al respecto y “coincidieron acerca de la importancia de que Estados Unidos presente nuevas propuestas de paz que sean respaldadas por la comunidad internacional”, señaló Londres.

Trataron finalmente la situación en Yemen. May subrayó su “profunda preocupación en cuanto a la situación humanitaria” en ese país y ambos destacaron “la necesidad vital de reabrir los accesos humanitarios y comerciales para evitar una hambruna y aliviar los sufrimientos de las poblaciones yemenitas inocentes”.

Interrogado respecto a la fecha de la anunciada visita de Trump al Reino Unido, Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca, volvió a mostrarse evasiva.

“La invitación fue aceptada, estamos trabajando con ellos para finiquitar los detalles que esperamos poder anunciar próximamente”, dijo.