La campaña electoral en Cataluña se ha visto agitada por el homicidio de un hombre que llevaba tirantes con la bandera española y murió a manos de un joven antisistema de origen chileno previamente condenado por agredir a un policía en Barcelona.

Los hechos ocurrieron en Zaragoza, durante la madrugada del 8 de diciembre en una zona de copas de la capital de Aragón, la región vecina de Cataluña.

Según indicó a la Agence France-Presse una fuente policial, se originó una discusión entre Víctor Laínez, un hombre de 55 años que lucía tirantes con la bandera nacional, y un grupo formado por el presunto homicida –Rodrigo Lanza, de 33 años-, y tres acompañantes, un chico y dos chicas.

Los testigos interrogados cuentan que los jóvenes increparon a Laínez gritos de “facha” (fascista).

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A la salida del local, Rodrigo Lanza se acercó presuntamente a la víctima y lo golpeó con una barra metálica en la cabeza, por la espalda, según la prensa local.

Laínez, fanático de las motocicletas y originario de Cataluña, sufrió graves lesiones cerebrales, y murió finalmente el martes.

Por su lado, el presunto homicida pasó este jueves a disposición judicial. Según una fuente policial, parece ser “el único autor material” del crimen.

Desde que se conoció el caso, el suceso cobró vuelos políticos y ha suscitado reacciones en plena campaña previa a las elecciones regionales catalanas del 21 de diciembre, donde los separatistas esperan repetir mayoría.

Gabriel Rufián, diputado del partido independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), afirmó que es “intolerable” un hecho así, “independientemente de lo que piense o lo que luzca cada cual”.

No se puede permitir “que se asesine a personas por llevar los símbolos oficiales de un país, como la bandera de España”,
abundó Albert Rivera, líder de Ciudadanos, un partido que espera desbancar a los independentistas de la primera mayoría.

“Quiero vivir en un país en el que nadie sea agredido ni insultado por llevar una bandera”, añadió el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, perteneciente al conservador Partido Popular (PP).

El presunto homicida tiene antecedentes. Y es que Rodrigo Lanza, nacido en Viña del Mar y nieto del almirante pinochetista Sergio Huidobro, cumplió cinco años de cárcel por lanzar una piedra a un policía local de Barcelona durante el desalojo de una casa en 2006. El agente quedó tetrapléjico.

A su salida de prisión a fines de 2012, el joven se instaló en Zaragoza, y dos años más tarde participó en un documental, “Ciutat Morta”, que presentaba como un montaje policial la condena pronunciada contra él y otras cuatro personas.

El caso interviene en un contexto en el que los partidarios de la unidad de España aseguran ser víctimas de una campaña de odio por parte de sus adversarios, mientras los independentistas denuncian agresiones por parte de grupos de extrema derecha.