El presidente catalán depuesto Carles Puigdemont no irá a declarar el jueves a Madrid como sospechoso de rebelión junto a la plana mayor del independentismo catalán, solicitó hacerlo desde Bélgica y denunció un “juicio político”.

Puigdemont, junto a otros 13 antiguos miembros de su gobierno cesado por las autoridades de Madrid, ha sido citado a declarar el jueves ante la Audiencia Nacional como sospechoso de rebelión, sedición y malversación de fondos, después de que el parlamento catalán proclamase la independencia el 27 de octubre tras años de lo que se conoce como “el proceso” secesionista.

“Estas citaciones se enmarcan en un sumario sin fundamento jurídico que sólo busca castigar ideas”, denunció Puigdemont en un comunicado.

El presidente regional destituido por Madrid dijo que algunos de sus consejeros responderán en cambio a la convocatoria “como denuncia de la falta de garantías del sistema judicial español y de su voluntad de perseguir ideas políticas”.

Agregó que otro grupo de consejeros permanecerá a su lado en Bruselas “para denunciar ante la comunidad internacional este juicio político y emplazar muy especialmente a Europa a afrontar una solución dialogada al conflicto”.

“No va a Madrid, he propuesto que lo interroguen aquí en Bélgica”, explicó por su parte a la televisión pública catalana TV3 el abogado Paul Bekaert.

“Ya he tenido en el pasado casos como este, en los que se interroga al sospechoso en Bélgica”, añadió Bekaert, que frenó la extradición a España de una presunta miembro de la organización armada vasca ETA.