Las regiones italianas de Lombardía y Véneto organizan este domingo un referéndum para reclamar más autonomía, en un contexto en el que la crisis en Cataluña ha puesto en primer plano las reivindicaciones regionales en Europa.

Los electores lombardos y venecianos tendrán que responder a la pregunta de si quieren para su región “formas suplementarias y condiciones particulares de autonomía”. Los colegios electores estarán abiertos entre las 07:00 y las 23:00 horas locales.

Los sondeos predicen una amplia victoria del sí en este referéndum consultivo, pero la principal incógnita es la participación.

Estas dos regiones, dos de las más ricas de Europa, representan el 30% del PIB del país. También son de las más disciplinadas en términos de déficit, de gasto público por habitante y de funcionamiento del sistema de sanidad.

El saldo fiscal de ambas (la diferencia entre los impuestos que pagan sus ciudadanos y lo que reciben en forma de gasto público del gobierno central) representa unos 70.000 millones de euros en beneficio del Estado.

Si gana el sí, los presidentes de Lombardía, Roberto Maroni, y Véneto, Luca Zaia, ambos de la Liga Norte (un partido de extrema derecha) ya han dicho que reclamarán la mitad de esa cantidad a Roma.

“Se está escribiendo una página de la historia del Véneto, la región nunca volverá a ser como antes”, dice Luca Zaia, un votante del pequeño pueblo de San Vendemiano, en la provincia de Treviso.

La consulta también permitirá a Lombardía experimentar con el voto electrónico por primera vez en Italia, gracias a las 24.000 tabletas instaladas en los colegios electorales de la región.

“Vine a votar sí porque creo que es justo que la situación fiscal, la riqueza de Lombardía se quede al menos en un 50% en Lombardía”, dice a la AFP un votante milanés, Franco Bonadonna, de 82 años.

Más competencias

Con el referéndum, los presidentes de ambas regiones esperan conseguir más competencias en materia de infraestructuras, sanidad o educación, o incluso más poderes en seguridad e inmigración, dos materias que necesitarían sin embargo modificar la Constitución.

A diferencia de Cataluña, este referéndum consultivo sí está permitido por la Constitución italiana.

“El referéndum catalán era por la independencia, mientras que Lombardía y Véneto piden más autonomía. No hay que interpretar los referéndums de este domingo como el principio de una ola independentista”, explica el presidente del Parlamento europeo, el conservador italiano Antonio Tajani.

En Véneto, la participación tiene que ser superior al 50% para que el resultado sea válido. Los habitantes de esta región, con una fuerte identidad y un tejido económico de pequeñas empresas, se han movilizado para la consulta.

En Lombardía, al contrario, el referéndum no suscita mucho interés y no tiene mínimo de participación. Según el presidente regional Maroni, una participación superior al 34% ya sería un éxito, pero sus adversarios políticos del Partido Demócrata advierten que por debajo del 50% sería un “fracaso”.

Según Nicola Lupo, un profesor de Derecho constitucional de la universidad LUISS de Roma, cree que “las semejanzas con Cataluña son mínimas porque el sentimiento independentistas no está muy presente” en estas regiones.

La Liga Norte ha abandonado desde hace años la ideología independentista de sus inicios. La consulta también tiene el apoyo de Forza Italia, el partido de centroderecha de Silvio Berlusconi, así como del Movimiento Cinco Estrellas y de varios sindicatos patronales.

El Partido Demócrata (centro izquierda, en el poder) no ha dado consignas de voto, pero varios de sus líderes, como el alcalde de Milán, han dicho que votarán sí.

Por su parte algunas formaciones de izquierda, como el Partido Comunista, pidieron la abstención, denunciando un “despilfarro de dinero público” para una “farsa” de referéndum.