El comandante de la policía regional catalana, Josep Lluís Trapero, una subalterna y dos destacados líderes independentistas quedaron libres y sin medidas cautelares tras declarar este viernes por sedición ante la justicia española, indicó a AFP una fuente judicial.

La fiscalía no pidió medidas cautelares contra Trapero, Jordi Sánchez, Jordi Cuixart y la intendente de la policía catalana, Teresa Laplana
, que en su caso declaró por videoconferencia por motivos de salud.

Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, afirmó que su asociación no reconoce “la competencia” del tribunal, y se acogió a su derecho a no declarar, porque estima que no cometieron ese delito de sedición, que puede castigarse hasta con 15 años de cárcel.

Los cuatro comparecieron ante la Audiencia Nacional, un alto tribunal, por una protesta ocurrida en Barcelona el 20 de septiembre, en la que cientos de manifestantes impidieron durante horas la salida de guardias civiles de una dependencia del gobierno regional catalán donde estaban efectuando registros.

Igualmente destrozaron tres vehículos del instituto armado.

Sánchez y Cuixart se dirigieron a la muchedumbre subidos a uno de esos vehículos, y llamaron a la “movilización permanente”, según recoge el auto de la Audiencia Nacional en el que se admitía la denuncia por sedición.

Jordi Sánchez, presidente de la Asamblea Nacional Catalana, afirmó por su lado que aquello “fue una manifestación pacífica”, y que su objetivo era protestar por unas actuaciones policiales que ese día se saldaron con la detención de 14 altos cargos catalanes, relacionados con la organización del referendo de independencia prohibido del 1 de octubre.