Más de 600.000 personas habían firmado el domingo una petición en internet pidiendo a las autoridades de transporte de Londres que reviertan su decisión de no renovar la licencia de la empresa de transporte Uber que expira el próximo 30 de septiembre.
La decisión adoptada el viernes afecta “la vida real de un gran número de conductores honestos y trabajadores”, dice la petición.
Mantener esa decisión “mostraría al mundo que Londres está lejos de ser abierta y está cerrada a compañía innovadoras”, sostiene la petición.
Uber tiene en Londres alrededor de 40.000 conductores y 3,5 millones de clientes.
La Autoridad de Transportes de Londres (TfL) anunció el viernes que Uber perderá su licencia, pero el gigante estadounidense de vehículos con conductor anunció rápidamente que recurrirá la decisión.
“TfL concluye que Uber Londres no es apta para poseer una licencia de explotación de chóferes privados”, indicó la autoridad en un comunicado.
Para explicar su decisión, la autoridad destacó que “el enfoque y la gestión de Uber han demostrado una falta de responsabilidad respecto a varios problemas, con consecuencias potenciales en la protección y seguridad del público“.
TfL también acusa a Uber de no reaccionar suficientemente ante las denuncias de delitos de los que sus conductores serían testigos y de su incapacidad a la hora de comprobar los antecedentes penales de sus chóferes.
La autoridad culpa asimismo a Uber de utilizar un programa para que las autoridades no detecten a los conductores cuando estos trabajan en zonas donde no tienen derecho a operar.
La petición, que junta firmas a través del sitio change.org, dijo que Uber proporciona un “viaje seguro, confiable y asequible” y que sus usuarios están “asombrados” por la decisión de la autoridad de transportes.
El sábado, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, respaldó al alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, diciendo que la decisión era “correcta”.