El presidente regional de Cataluña, el independentista Carles Puigdemont, aseguró este domingo que su ejecutivo “lo tiene todo a punto” para el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre, prohibido por la justicia y combatido por el gobierno español.

“El gobierno (regional) ya lo tiene todo a punto para que el domingo 1 de octubre los catalanes y las catalanas puedan ir a votar como han hecho siempre, con plena normalidad”, afirmó sin dar más detalles Puigdemont durante un discurso institucional difundido por la televisión pública catalana.

Sin competencias para celebrar este escrutinio, su ejecutivo tenía que conseguir urnas de votación, habilitar puntos de sufragio, conseguir un censo o crear una autoridad electoral, entre otros preparativos que se han llevado a cabo con suma discreción ante la vigilancia de la justicia.

El mensaje antecede la celebración de la ‘Diada’ del 11 de septiembre, el día de Cataluña, en la que los independentistas celebrarán una masiva manifestación en Barcelona para sacar músculo ante los intentos de las instituciones españolas de impedir este referéndum.

El Tribunal Constitucional suspendió el decreto de convocatoria firmado el pasado miércoles y la fiscalía se querelló contra todos los integrantes del gobierno regional. También advirtieron a una larga lista de políticos, funcionarios y empresas de no colaborar en su organización.

“A pesar de este hecho, será un referéndum con todas las garantías”, subrayó Puigdemont. Si ganan, los independentistas prometieron declarar la secesión de esta región mediterránea de 7,5 millones de habitantes.

La convocatoria oficial del escrutinio disparó las tensiones entre su ejecutivo y el gobierno conservador de Mariano Rajoy, que rechazó durante cinco años negociar esta votación y ahora se muestra resuelto a impedirla.

“Todo el mundo se tiene que preguntar: ¿qué harás el 1 de octubre? ¿Ayudar a votar o ayudar a impedirlo?”, indicó este domingo el portavoz del gobierno catalán Jordi Turull.

La sociedad catalana se muestra dividida respecto a la cuestión: según el último sondeo del instituto demoscópico del gobierno regional en julio, un 41,1% apostaba por la secesión y un 49,4% estaba en contra. Aun así, más del 70% se inclinaban por celebrar un referéndum para decidirlo.

“Las urnas unen, no dividen, porque en las urnas cabe todo el mundo. Lo que divide, lo que degrada la democracia es no dejar votar”, dijo Puigdemont ante las voces de la oposición, con Rajoy al frente, que acusan al independentismo de estar dividiendo la sociedad.