El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, calificó este miércoles de “inaceptable” la amenaza de una intervención militar esgrimida por el presidente estadounidense Donald Trump contra Venezuela, que lleva meses sumida en una grave crisis política.

Es necesario que “los desacuerdos en el país se superen cuanto antes, y únicamente mediante medios pacíficos, mediante el diálogo”, declaró Lavrov en una rueda de prensa junto a su homólogo boliviano, Fernando Huanacuni Mamani.

El jefe de la diplomacia rusa rechazó cualquier “presión exterior”, incluida la “amenaza inaceptable de una intervención militar”.

El viernes, Trump mencionó una posible “opción militar” para resolver la crisis en Venezuela, donde las protestas contra el presidente Nicolás Maduro han causado 125 muertos en cuatro meses.

El lunes, el vicepresidente estadounidense Mike Pence afirmó que Washington no dejaría que Venezuela se transformara en un “Estado fallido” que ponga en peligro la seguridad de la región, sin hablar de una intervención militar.

Las acciones militares estadounidenses cuentan con varios precedentes en América Latina. La última de ellas se remonta a 1989, cuando Estados Unidos invadió Panamá para derrocar al entonces presidente, Manuel Noriega.

Aunque su país está sumido en una grave crisis económica y sufre la consecuencia de las sanciones estadounidenses, Maduro, elegido en 2013, hace caso omiso de estas advertencias y sigue contando con el apoyo crucial del ejército y de algunos aliados, como Rusia y China, sus acreedores, y Cuba, Bolivia y Ecuador.

Venezuela es uno de los pocos países latinoamericanos que dispone de armamento ruso, como los aviones de combate Sukhoi Su-30.