Residentes de una ciudad del sur de Francia construyeron un muro de casi dos metros de altura, con el fin de bloquear la entrada a un hotel en desuso que estaba siendo transformado en un centro de acogida para inmigrantes. La medida ha causado polémica en el país.

Los residentes de la localidad de Séméac, en los Pirineos, erigieron una pared de 1,8 metros de altura y 18 metros de longitud para impedir el acceso de los afuerinos al antiguo hotel que utilizaron como albergue, confirmaron los organizadores de la acción.

“No estamos en contra de acoger migrantes”, dijo Laurent Teixeira a la AFP. “Pero hay que tomar en cuenta a los ciudadanos”, agregó, acusando a las autoridades de no haber consultado a los residentes sobre el proyecto de convertir este antiguo hotel en un refugio para hasta 85 inmigrantes.

“No hay ningún plan para la vida cotidiana de los inmigrantes”, dijo, argumentando que las escuelas y otros servicios públicos en la localidad de 5.000 personas serían incapaces de hacer frente a estas llegadas.

Este hotel es uno de los 62 establecimientos del grupo AccorHotels adquiridos por el Estado francés para albergar a migrantes
y solicitantes de asilo que actualmente duermen en las calles de París o en la ciudad de Calais, frente a las costas inglesas.

Frente a la llegada de miles de afuerinos, que se prevé se acelerará este verano, el gobierno se encuentra bajo presión para crear más centros de acogida.

Más de 2.800 inmigrantes fueron evacuados este mes de un campamento improvisado en el norte de París, pero el asentamiento se volvió a formar unos días después.