Más de la mitad de los alcaldes de la región de Cataluña (noreste de España) se comprometieron este sábado a colaborar en la organización del referéndum sobre la independencia del 1 de octubre, que Madrid quiere impedir.

En un acto solemne en la Universidad de Barcelona con más de 500 alcaldes de los 948 municipios de la región, estos leyeron un manifiesto mostrando su “predisposición y compromiso a colaborar en todas las actuaciones que el gobierno (catalán) requiera”.

El apoyo de los líderes municipales se concentra en las zonas rurales pero flaquea en las urbanas, especialmente en el área metropolitana de Barcelona, donde se concentra gran parte de los 7,5 millones de catalanes.

Varios ayuntamientos de esta zona se oponen a esta votación. Incluso, Ada Colau, la alcaldesa de la capital de 1,6 millones de habitantes, no desveló todavía cuál será su posicionamiento.

Sin competencias legales ni muchas de las herramientas necesarias para organizar esta votación, prohibida por la justicia española, el presidente catalán Carles Puigdemont, presente en el acto, precisa de su apoyo para llegar a buen puerto.

Esta colaboración se traduciría en la cesión de las dependencias municipales para instalar las urnas y también en la búsqueda de ediles de otras ciudades del mundo para que ejerzan de observadores del sufragio, explicó la presidenta de la asociación de municipios independentistas AMI, Neus Lloveras.

A pesar de las investigaciones judiciales abiertas contra líderes independentistas, los alcaldes aseguraron en el manifiesto que “no nos echaremos atrás ante ningún obstáculo político, jurídico o de cualquier índole que pueda articular el Estado”.

El día antes, desde una cumbre bilateral en Polonia, el jefe de gobierno, Mariano Rajoy, les recordó su obligación de cumplir la ley y repitió nuevamente que la votación no tendrá lugar.

“Encuentran motivos para estar preocupados y por eso pasan a la amenaza”, valoró Puigdemont en este acto.

En una entrevista al periódico austríaco Salzburger Nachrichten, Puigdemont aseguró que “la única posibilidad que tiene el Estado español de impedir la independencia de Cataluña es hacer una propuesta mejor”, pero que hasta ahora “no tiene ninguna propuesta para Cataluña”.