El coste de la monarquía británica para el contribuyente aumentó un 5,4% en un año, según las cuentas publicadas este martes, antes del inicio de las colosales obras de renovación del palacio de Buckingham.

El dinero público para la reina Isabel II aumentó en 2,1 millones de libras en el año fiscal 2016-2017 para situarse en 41,9 millones de libras (47,6 millones de euros, 53,3 millones de dólares).

“En 2016-17, la subvención real representó un coste de 65 peniques (menos de un dólar y un euro) por habitante en el Reino Unido, el precio de un sello de primera clase. Si tenemos en cuenta lo que la reina hace y representa para este país, la relación calidad-precio es excelente”, estimó Alan Reid, responsable de las finanzas de la Casa Real.

En total, la familia real gastó 56,8 millones de libras en el año mencionado, gracias a sus ingresos propios de 14,9 millones de libras -procedentes de las entradas para visitar los castillos y residencias, inversiones, etc.-, y separó 900.000 libras en previsión de tiempos peores.

Los gastos de la familia real sirvieron para pagar al personal, para el mantenimiento de los palacios y para los numerosos desplazamientos. Los miembros de la realeza participaron en unos 3.000 actos públicos y realizaron 65 viajes al extranjero en los 12 últimos meses.

En los próximos meses, la residencia principal de la reina en Londres, el vetusto palacio de Buckingham, será sometido a una vasta renovación que costará 369 millones de libras (470 millones de dólares, 418 millones de euros).