Un inmenso incendio forestal dejó al menos 61 muertos, muchos de ellos calcinados en el interior de sus vehículos, y más de medio centenar de heridos en el centro de Portugal, donde este domingo los bomberos seguían luchando contra las llamas.

Cerca de 800 bomberos y 250 vehículos combatían por la tarde el fuego que se declaró el sábado en la localidad de Pedrogao Grande, a unos 50 km de Coimbra, en la región de Leira, para extenderse después rápidamente por varios frentes.

Según un nuevo balance anunciado por el primer ministro Antonio Costa, la cifra de muertos fue corregida de 62 a 61 porque un fallecido había sido contabilizado dos veces. Pero “seguramente encontraremos más víctimas”, añadió el jefe de gobierno, visiblemente conmovido por la tragedia luego de una visita al sitio del incendio.

Imágenes difundidas por la televisora portuguesa SIC muestran los daños causados por el incendio en el zona. El registro fue captado a través de un dron aéreo, que recorrió el lugar consumido por el fuego.