Los restos de un hombre fusilado por la dictadura franquista tras la Guerra Civil (1936-1939) fueron identificados, tras ser exhumados de una fosa común en España a pedido de la justicia argentina, informó este viernes una asociación de víctimas.

“Ha dado positivo” el análisis de un laboratorio de Madrid del ADN de los restos de Timoteo Mendieta, indicó a la AFP Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), a cargo de la exhumación en el cementerio de Guadalajara (centro).

Los trabajos en la fosa común, donde hay una veintena de fusilados, fueron solicitados por la jueza federal argentina María Servini de Cubría, quien investiga desde 2010 crímenes cometidos en España durante la Guerra Civil y la posterior dictadura franquista (1939-1975).

La magistrada pidió en 2014 la apertura de esta fosa tras tomar declaración en Buenos Aires a Ascensión Mendieta, de 91 años, la hija de Timoteo, quien en ese momento dijo que su deseo era poder enterrar a su padre junto a su madre.

“Lo hemos hecho por amor a esta mujer (Ascensión) y estamos todos hiperemocionados”, indicó el presidente de la organización, que llevó a cabo la exhumación con dinero propio conseguido a través de donaciones.

La ARMH realizó unos primeros trabajos infructuosos a principios de 2016 en el lugar donde según documentos estaba enterrado Mendieta, pero resultó que su cuerpo estaba en otro lugar aledaño, donde fue hallado este año, explicó Silva.

Timoteo Mendieta, carnicero de profesión, fue fusilado a finales de 1939 tras un juicio sumarísimo en el que se aseguró que había combatido en el bando republicano y que fue presidente del sindicato socialista UGT desde 1937 en el pueblo de Sacedón, según la documentación de la ARMH.

Junto a él fueron fusiladas otras diez personas y posteriormente, se ejecutó a once más, que fueron a dar en la fosa.

La ARMH afirma haber identificado desde el 2000 los restos de más de 1.400 víctimas de la dictadura franquista, en más de 150 fosas.

Las asociaciones de víctimas, que denunciaron la desaparición forzada de 114.000 personas y el robo de decenas de miles de bebés, acudieron a los tribunales argentinos por las dificultades para llevar los casos ante la justicia española en razón de una ley de amnistía de 1977.

Esta ley, en un esfuerzo por allanar el camino hacia la democracia, amnistió “todos los actos de intencionalidad política, cualquiera que fuese su resultado” anteriores a ese año.