Tras haberse entrevistado la semana pasada con Donald Trump, el nuevo presidente francés Emmanuel Macron recibe el lunes a su homólogo ruso Vladimir Putin en el palacio de Versalles para mantener un diálogo “sin concesiones” sobre temas espinosos como Siria o Ucrania.
“Podemos imaginar que la conversación será franca y bastante directa”, incluso sobre temas sobre las libertades en Rusia, declaró este lunes la ministra de Relaciones Europeas, Marielle de Sarnez.
El joven jefe de Estado francés, de 39 años, cierra así un maratón diplomático que lo condujo el jueves a la cumbre de la OTAN en Bruselas y luego, el fin de semana, al G7 de Taormina (Italia).
“Donald Trump, el presidente turco (Recep Tayyip Erdogan) o el presidente ruso están en una lógica de relación de fuerzas, lo que no me molesta” declaró Macron este fin de semana.
El presidente francés ha prometido un “diálogo exigente” y “sin ninguna concesión” con Putin. El presidente ruso lo había instado a “superar la desconfianza mutua” en un mensaje de felicitaciones tras la elección de Macron.
Los temas sobre la mesa serán las relaciones franco-rusas, sus visiones sobre el futuro de la Unión Europea, la lucha antiterrorista y las crisis regionales, desde Ucrania a Siria, pasando por Libia o Corea del Norte.
El embajador ruso en Francia, Alexandre Orlov, consideró este lunes “muy importante empezar a disipar esta desconfianza que se ha acumulado en los últimos años” entre los dos países, en declaraciones a la radio Europe 1.
‘Un zar en Francia’
Los dos dirigentes se reunirán a solas a media jornada, luego almorzarán rodeados de sus delegaciones y celebrarán una rueda de prensa conjunta. También inaugurarán la exposición que sirve de pretexto para esta reunión.
La exposición “Pedro el Grande, un zar en Francia” rememora la visita de Pedro I —una figura admirada por Putin— a Versalles (cerca de París) en mayo y junio de 1717, un viaje que permitió dar un gran impulso a las relaciones diplomáticas entre Francia y Rusia.
Putin también visitará, pero esta vez solo, el nuevo centro espiritual y cultural ortodoxo ruso, con su catedral de cúpulas doradas en el corazón de París.
Su inauguración estaba prevista en octubre de 2016 pero la escalada verbal entre París y Moscú —causada por la campaña militar del régimen sirio y su aliado ruso contra la parte rebelde de Alepo (norte de Siria)— condujo a anular la visita de Putin.
Para Emmanuel Macron, es necesario “hablar con Rusia” de la crisis siria para “construir de forma mucho más colectiva una solución política inclusiva”.
Una relación personal
De la misma manera, el presidente francés espera hablar de forma directa sobre el conflicto en Ucrania. “Rusia invadió Ucrania” había afirmado Macron tras finalizar el G7, y ello pese a que Moscú niega cualquier implicación en el conflicto.
Para establecer una relación personal, cada uno de los dos dirigentes deberá dar un paso. Macron había afirmado, durante su campaña electoral, “no formar parte de los que están fascinados por Vladimir Putin“, cuyos “valores” dice no compartir.
Los dos jefes de Estado intentarán limar asperezas después de una campaña presidencial francesa marcada por la acogida en el Kremlin de la candidata de extrema derecha, Marine Le Pen, y los ataques informáticos contra el movimiento de Emmanuel Macron, ¡En Marcha !, atribuidos a hackers rusos.
Según Thomas Gomart, director del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), Putin espera “corregir la imagen muy negativa que dejó durante la campaña presidencial al recibir a Marine Le Pen”.
En Moscú, Fiodor Lukianov, presidente del Consejo para la Política Exterior y de Defensa, estima que es “evidente que la parte rusa intenta salir de ese escollo”
El analista matiza sin embargo que “no hay que esperar nada de esta visita: para los dos dirigentes, se trata de conocerse y de generar un ambiente positivo… o no”.