El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, condenó enérgicamente este martes en Belén el atentado de Manchester, perpetrado según él por “perdedores maléficos”.

“Tanta gente joven, bella e inocente que vivía y disfrutaba de su vida asesinada por perdedores maléficos. No los llamaré monstruos porque les gustaría ese término”, declaró Trump después de reunirse con el líder palestino Mahmud Abas en esta ciudad de Cisjordania ocupada.

“Habrá más. Pero son perdedores, no olviden nunca esto”, agregó proclamando su solidaridad “absoluta” con el Reino Unido.

“Nuestras sociedades no pueden tolerar que estas masacres continúen”, dijo, destacando que el atentado había golpeado principalmente “a niños inocentes”.

“Los terroristas y los extremistas, así como los que les apoyan, deben ser eliminados para siempre de nuestras sociedades. Esta ideología maléfica debe ser aniquilada“, insistió el presidente estadounidense.

Un kamikaze detonó su bomba al final de un concierto de la estrella juvenil Ariana Grande en Mánchester el lunes por la noche causando al menos 22 muertos y 59 heridos, entre ellos niños y adolescentes.

Nadie se ha atribuido hasta ahora la autoría de este atentado, el más mortífero que se registra en el Reino Unido desde 2005.