Reino Unido y la Unión Europea (UE) deben acordar una “separación ordenada” para poder construir una buena relación futura entre ambos. No descartan que se produzca un eventual acuerdo comercial, explicó este martes el portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.

“Si se quiere un divorcio pero continuar como amigos, primero deben acordarse los términos de una separación ordenada, en la que ambas partes honren sus obligaciones”, dijo Schinas en la rueda de prensa diaria.

“A partir de esta base, (se puede) construir una futura, buena relación”, añadió el portavoz, a una pregunta sobre el calendario de las negociaciones sobre el Brexit y una eventual nueva relación con Reino Unido mediante un acuerdo de libre comercio.

Hasta el momento, Bruselas había rechazado pronunciarse sobre si las conversaciones sobre un nuevo acuerdo comercial podían tener lugar al mismo tiempo que las negociaciones sobre la marcha de la UE.

Uno de los puntos que deberán abordarse durante las negociaciones, es la factura que Reino Unido debería pagar a sus socios por marcharse, que el equipo de negociación del Brexit en la UE estima en “entre 55.000 y 60.000 millones de euros“, según una fuente conocedora.

La primera ministra británica, Theresa May, tiene el objetivo de notificar oficialmente antes de finales de marzo su salida del bloque, aunque la Corte Suprema británica dictó este martes que Londres debe antes recibir la luz verde del parlamento.

El Gobierno anunció, posteriormente, que presentará “en unos días” al parlamento un proyecto de ley para lanzar el proceso de divorcio con la UE, la primera salida de un país en casi 60 años del proyecto europeo. Tras la comunicación oficial, Londres tiene dos años para negociar su marcha.

En su primer discurso sobre sus planes para el Brexit, May desveló la semana pasada que piensa abandonar el mercado único europeo, pero lograr un acuerdo comercial muy ambicioso con el bloque.

Para el brazo financiero de la UE, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Reino Unido seguirá siendo un “aliado” y “amigo”. “Es el momento de calmar la situación”, declaró este martes Werner Hoyer, presidente del BEI.

Aunque dejó claro que para ser miembro de este organismo se debe pertenecer a la UE, Hoyer no descartó una futura cooperación con Reino Unido tras el Brexit, en la línea de la mantenida con Suiza o Noruega.