Prometió ser un “presidente normal” en las antípodas de su predecesor Nicolas Sarkozy, pero François Hollande, que acaba de anunciar su renuncia a un segundo mandato, ha debido encarar atentados sin precedentes en Francia y a una impopularidad récord.

Al fin de su quinquenio, se ha convertido en el presidente más impopular del país desde la Segunda Guerra Mundial y es violentamente contestado incluso en el seno de su partido.

Pese a su rol de padre de la nación adoptado tras los primeros atentados en enero de 2015 y alabado incluso por la oposición, François Hollande ha pagado el precio de su fracaso a la hora de crear consenso en torno a su política económica.

Hollande “es muchas cosas a la vez: previsible y audaz, timorato y valiente, tortuoso y simple, reflexivo y despreocupado, sentimental y frío”, dicen de él Gérard Davet y Fabrice Lhomme, periodistas autores de un libro de entrevistas con el mandatario recientemente publicado.

En 2012, el primer presidente socialista de Francia desde François Mitterrand (1981-1995) fue elegido con una promesa de ruptura frente a su predecesor de derecha Nicolas Sarkozy, considerado como favorable a las clases ricas, y de modestia, frente al estilo “bling bling” de su rival.

Sin embargo, los movimientos de contestación a sus políticas han sucedido durante prácticamente todo su mandato. En 2013, una reforma prometida durante su campaña para legalizar el matrimonio gay provocó una fractura en la sociedad francesa.

Después, el aumento sin precedentes de la presión fiscal a particulares y empresas, acompañado de una bajada del gasto público, suscitó la hostilidad de buena parte de la clase media.

Para luchar contra unas tasas de desempleo de en torno al 10 %, el presidente optó por un viraje socioliberal a mitad de su mandato, a mediados de 2014, que le valió las iras del ala izquierda del partido socialista y la defección de varios de su ministros.

Esa hostilidad a una política considerada demasiado favorable a las empresas, culminaba a principios de 2016 con una guerra en el parlamento con los “rebeldes” de mayoría gubernamental opuestos a una reforma laboral que al mismo tiempo lanzó a decenas de miles de trabajadores, jóvenes y estudiantes a las calles en multitudinarias manifestaciones.

Muchos de sus electores tuvieron la desagradable sensación de haber sido estafados. Hollande, príncipe del equívoco, simplemente les vendió demasiados sueños“, consideran Davet y Lhomme.

“Fui valiente”

Nacido el 12 de agosto de 1954 en Rouen (noroeste) en una “familia donde siempre se habló de política”, François Hollande es hijo de un médico de la derecha dura pro-Argelia francesa y una asistente social “de alma generosa”.

El joven Hollande superaría con facilidad las “etapas de la meritocracia francesa” y se encontraría durante su época como brillante alumno del ENA con Ségolène Royal, con la que tuvo cuatro hijos. Rompería con ella en 2007, el año en que Royal se presentó como candidata a la presidencial, por otra mujer, la periodista política Valérie Trierweiler.

Desde enero de 2015, una serie de atentados yihadistas ha golpeado el país y dejando más de 230 muertos. Hollande reaccionaba endureciendo la intervención francesa en Irak y Siria contra el grupo Estado Islámico.

“Lo que se recordará de estos cinco años son los atentados. Me gustaría que se dijese de mí, ya que es la verdad, que fui valiente en ese periodo”, confiaba el mandatario, de 62 años, en el libro “Un président ne devrait pas dire ça” (“Un presidente no debería decir eso”).

Publicado en octubre, esa obra llena de confidencias tuvo un efecto desastroso sobre la ya de por sí maltratada imagen del presidente y provocó un terremoto político.

Hasta entonces leal a Hollande, el primer ministro Manuel Valls mostraba su “cólera” personal lamentando la “vergüenza” que, según él, sentían los militantes socialistas, al tiempo que empezaba a sentar las bases para su candidatura presidencial.

En el plano privado, el presidente francés también ha vivido momentos complicados, como la separación de su excompañera Valérie Trierweiler en enero de 2014 tras la revelación por parte de una revista del corazón de su relación con la actriz francesa Julie Gayet.