La policía brasileña arrestó este viernes a un presunto cómplice del brasileño de 19 años acusado de haber asesinado y descuartizado a cuatro miembros de su familia en España, que le habría dado “consejos en tiempo real por Whatsapp”.

Marvin Henriques Correia
, de 18 años y amigo cercano del presunto asesino François Patrick Nogueira Gouveia, fue arrestado en Joao Pessoa, capital del estado de Paraiba (nordeste), quedando detenido de forma preventiva.

De acuerdo con las investigaciones, Patrick Nogueira habría asesinado en agosto a su tío, su tía y los dos hijos del matrimonio, de 1 y 4 años, y dejó sus cuerpos en bolsas de plástico en el chalé que la familia tenía en Pioz, a unos 60 km al este de Madrid.

“Durante la ejecución del crimen, Patrick intercambiaba mensajes por Whatsapp en tiempo real con el sospechoso arrestado en Paraiba. Patrick le pedía cómo actuar, cómo ocultar los cadáveres, qué hacer“, explicó el comisario Reinaldo Nobrega en conferencia de prensa.

Según la policía, las fotos de los cuerpos desmembrados de los adultos y los cadáveres de los dos niños fueron encontrados en el celular del presunto cómplice.

Marvin “sólo creyó que Patrick había realmente matado a su familia cuando vio las fotos. Una vez que supo que el crimen había sido cometido, siguió ayudando a Patrick, lo que le convierte en un cómplice”, señaló el comisario Nobrega.

La policía brasileña explicó que Marvin Henriques no puede ser extraditado a España y que enfrentará la justicia en Brasil.

Una audiencia está prevista para el próximo lunes.

Patrick Nogueiro regresó voluntariamente a España desde Brasil el 19 de octubre para ser interrogado por la Guardia Civil española, a quien confesó haber matado a su tío y a su tía por tener unas “irrefrenables ganas de asesinar”, aunque dijo no recordar el asesinato de los niños.

El joven, descrito como una persona solitaria, egocéntrica, narcicista y propensa a la bebida, fue acusado del asesinato de la pareja y de sus dos hijos el 17 de agosto.

La escena del crimen sólo se descubrió un mes después por un vecino que alertó del mal olor.

Aunque se desconoce el móvil, según la Guardia Civil, el joven sentía “animadversión” por el tío, a quien insultó frente a testigos.