Una adolescente germano-marroquí comparecía el jueves ante un tribunal en Alemania por haber apuñalado a un policía en febrero, una acción que ejecutó “por orden” del grupo Estado Islámico, según la acusación, pero que nunca fue reivindicado.

La audiencia empezó hacia las 05:00 horas de Chile en el tribunal de Celle, en el norte del país, y los magistrados decidieron realizarla a puerta cerrada para “proteger a la acusada”, Safia S., de 16 años, de la exposición mediática y de la “estigmatización”.

Con un velo de color beige, gafas y un chándal de lana, respondió con voz segura al presidente del tribunal, Frank Rosenow, que le propuso tutearla.

Podría caerle una pena de 10 años de cárcel por “intento de asesinato, golpes y heridas voluntarias y apoyo a una organización terrorista extranjera”. La adolescente había apuñalado en el cuello a un policía en la estación de tren de Hanóver el 26 de febrero.

La acusada pasó al acto durante un control de identidad. Los policías habían detectado que les estaba siguiendo. Según la acusación, “provocó” el control para poder cometer el crimen.

Antes de este ataque, Safia S. ya era conocida por los servicios policiales después de que su madre fuera a buscarla a Estambul en enero de 2016, cuando intentó unirse a los yihadistas del EI en Siria.

Otro acusado germano-sirio de 20 años, Mohamed Hasan Jarsa, que según la fiscalía estaba al corriente de las intenciones de Safía y tenía 15 años en el momento del crimen, también será juzgado.